¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 744

Capitulo 744

La situacion de ambos reflejaba una disparidad de poder, uno en lo alto, relajado y contemplando todo desde su pedestal.

El otro, desamparado y vulnerable, tan bajo que podia ser pisoteado en cualquier momento.

Elia apart6 su mano y rdpidamente se cubri6 con la manta.

Asier vio su espalda, tan suave como la seda, marcada con besos de diversas intensidades.

Sus ojos brillaban con una luz tenue, oscurecidos por la profundidad de sus pensamientos.

Pero retir6 su mano, tomé una bolsa que estaba en la mesita de noche y la puso sobre la cama "Vistete, vamos a comer.”

Luego, se levant6 y camino hacia la mesa del comedor en la habitacion, su mirada se clavé en Elia.g2

Elia se sinti6 incomoda bajo su mirada opresiva, y con voz débil pregunté ;Podrias mirar para otro lado?”

“;Qué parte de ti no he visto ya que necesitas esconderte?” respondi6 Asier

Elia

Sintié que la sangre le subia a la cara, y el calor inundé su cuerpo.

Probablemente estaba enojada cuando le lanzé una mirada a Asier y dijo: “Entonces, ¢por qué no me dejas verte a ti mientras te vistes?”

;Podian compararse ambas situaciones?

Asier respondié muy seriamente: “;Estas segura de que quieres ver?”

Elia se quedo paralizada, y rdpidamente respondié: “No estoy segura, no quiero ver!”

Estaba segura de que, si decia que si, él se desvestiria y se volveria a vestir delante de ella, todo para demostrar que las cosas eran justas.

El problema principal era que a él no le importaria hacerlo.

Pero ella no estaba mentalmente preparada para ver eso.

Solo habia dicho eso en un momento de enfado.

Cada vez que se enojaba con él y decfa algo cortante, al final terminaba pagandolo caro.

Pero no podia evitar perder los estribos.

Siempre se sentia tan frustrada.

A pesar de que era el quien la maltrataba, se esperaba que ella lo soportara todo y se callara.

Ella también era un ser humano, con sentimientos y limites.

A pesar de todo, Asier no apart6 la mirada. Elia no pudo decir nada mas, ;realmente queria que él se desvistiera y se volviera a vestir delante de

ella?

iPor supuesto que no!

Incomodada, comenzé a vestirse.

Podia sentir su mirada sobre ella, intensa y profunda.

Su espalda estaba tan caliente que parecia que iba a prenderse fuego

Elia contuvo la respiracion, se vistié répidamente y bajo de la cama

Al levantarse, sus piernas flaquearon y casi se cae, pero se mantuvo en pie gracias a la cama.

Elia estaba enfadada, se pregunté que tan brusco habia sido Asier la noche anterior, casi le costo la vida.

Justo en ese momento de indecision, el alto y formido Asier se acercé y la sostuvo

*Primero necesito-lavarme la boca”, dijo Elia, apoyandose en él como si fuera un bastén

Asier la ayudo a llegar al bafio, y después de que ella se ased, la llevé de vuelta a la mesa del comedor

Elia no habia comido nada desde la noche anterior, y al ver la mesa llena de deliciosos alimentos, su estbmago grufio.

Répidamente se llevé una mano al estémago, y miré a Asier, avergonzada.

Asier dijo con una actitud inpasible: “Sientate y come

Habia gastado mucha energia el dip anterior, y no habia desayunado ni almorzado, por lo que era normal que tuviera hambre

Elia se senté y tomé un pedazo de dulce para calmar su estémago.