¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia -
Capítulo 736
Capitulo 736
“La sangre tipo B no nos sirve, atin tenemos un poco de sangre tipo O en el banco, pero no mucho. Segun las reglas del hospital, si un paciente necesita una transfusion, sus familiares deben donar sangre”. Las palabras del médico trajeron de vuelta los pensamientos de Elia.
Elia asintié con rapidez.
Después de firmar el aviso de cirugia, Elia se fue a donar sangre, y el doctor entré al quiréfano. Cuando terminé de donar sangre, Elia volvi6 a la puerta del quiréfano y esperé.
Después de mas de una hora, la puerta del quiréfano se abrié y el médico salié con una mascarilla. Elia se acercé y pregunté: “¢Como esta la
paciente?”
"Esta bien, la hemorragia se detuvo a tiempo, y no hubo dafios graves. Se le han dado algunos puntos y tiene una leve conmocién cerebral, por lo que necesitara descansar durante un tiempo*, respondié el médico.
El corazén de Elia, que habia estado suspendido en el aire, finalmente se calmé.
Menos mal que no era nada grave.
Junto con el médico, llevaron a Gabriel a la sala de hospitalizacién. Debido a la anestesia, todavia estaba dormido g2
Elia encontré su teléfono, lo desbloqueo con su huella dactilar y encontré el nimero de teléfono de su esposa. Luego llamo
Le dijo que Gabriel estaba hospitalizado y que debia venir lo antes posible
A través del telefono, la mujer continuamente le preguntaba quién era. Elia simplemente respondié que era una enfermera.
Después de un rato, Elia se acercé a la estacion de enfermeras para preguntar sobre la situacion. Vio a una mujer saliendo apresuradamente del elevador, con su cabello rizado, dirigiéndose directamente a la habitacion de Gabriel
Esa debia ser la esposa de Gabriel.
Elia la siguio6 y vio a la mujer parada junto a la cama de Gabriel, inclinandose y mirdandolo con sorpresa y preocupacion. “Gabriel, eres til ;Qué te paso?”, pregunté
Al ver que realmente era la esposa de Gabriel, Elia sigilosamente dejo el hospital.
Al salir del hospital, llamé a La organizadora para preguntarle sobre su mama.
La organizadora le dijo que su madre ya habia regresadas
Elia tomé un taxi y regres a casa.
Rosalinda estaba sentada en el sof4, con miedo y angustia en sus ojos.
Cuando Elia se acerco, Rosalinda giro sus ojos hacia ella. Al ver que era Elia sus ojos parpadearon. Pregunt6 de manera emocionada y temerosa “;Cémo esta Gabriel? jAcaso mate a alguien?”
Al formular esa pregunta, las mejillas de Rosalinda comenzaron a temblar de miedo.
Elia se sent6 rapidamente a su lado, tomé su mano y le dijo: “Gabriel esta bien. Sus heridas fueron suturadas, tiene una leve conmocién cerebral. pero no corre peligro de muerte”
;Me demandara por agresion intencional? Estaba realmente enojada en ese momento, nunca pensé en golpearlo realmente” Rosalinda comenz¢ a llorar de miedo mientras apretaba la mano de Elia. “Mama, calmate”, Elia apret6 su mano, tratando de calmarla y siguié. “No importa lo que hagas en el futuro, no te dejes llevar por la ira
Rosalinda tenia lagrimas en sus ojos. Se arrepentia mucho después de lo sucedido. Se preguntaba por que no habia resistido la tentacion, de- lanzarle la silla a Gabriel Si lo hubiera matado, habria pasado el resto de su vida en prision, o habria tenido que comer frioles todos los dias.
Cuanto més pensaba en las consecuencias, mas miedo tenia Rosalinda
Se que no deberia haberme dejado llevar Ella, me demandara? ;Me hara ir a prision?”, pregunto Rosalinda, todavia preocupada y asustada.
“Eso depende de él. Si realmente quiere demandarte, te conseguire un abogado, asi que no te preocupes demasiado. Creo que es poco probable que te demande. Si te demanda, todos sus actos despreciables seran expuestos al publico. No se amesgara tanto”. Ela le explicé a Rosalinda
Gabriel habia engafiado a varias mujeres en el pasado, y muchas de ellas todavia estaban en la sombra
Si Gabriel llevaba el caso a juicio, todos sus actos despreciables serian expuestos por los abogados En ese caso, Gabriel estaria en muchos problemas
“:Y qué pasa con los gastos médicos...?" Rosalinda pregunté de nuevo.
"Ya pagué los gastos médicos como compensacién Realmente exageré. Cuando pienso en lo que paso, todavia me enfurezco. Mama, jes realmente mi padre?” Elia miré seriamente a Rosalinda. Esta era la segunda vez que le hacia esta pregunta
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