¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 691

Capitulo 691

Observando el aura de mal humor que lo envolvia al despertar, Elia se qued inmévil en la cama, sin atreverse a moverse.

¢Habfa sido ella quien lo habia despertado, impidiéndole descansar bien?

Mientras Elia permanecia inquieta, Asier se levanté de la cama, tomé ropa del armario y comenzé a cambiarse frente a ella.

Se quité el pijama, dejando al descubierto su pecho musculoso y sus marcados abdominales, era realmente atractivo.

Elia, sin realmente quererlo, vio su cuerpo. Su corazon salté y rapidamente aparté la mirada mientras trataba de contener la respiracion.

;Coémo podia cambiarse de ropa frente a ella tan abiertamente?

"Hoy te quedaras en cama, el sirviente traera tu desayuno.” Asier se abrochd la camisa lentamente, mientras se dirigia a Elia con un tono

tranquilo

"Quedarme en cama?” Elia, confundida, se senté rapidamente. Sin darse cuenta, movié su tobillo lesionado, lo que la hizo jadear de dolor

Miré hacia su pie adolorido, que en ese momento estaba envuelto como un tamal.g2

Fue entonces cuando recordo todo lo que habia sucedido en Monte del Cisne.

Se habia torcido el pie, y no podia caminar normalmente.

Miro de nuevo a Asier, quien la observaba con profunda seriedad. Parecia estar molesto, y la reprochd

Elia, sintiéndose culpable, pregunto en voz baja “Olvidé que mi pie estaba herido. ;Fuiste ti quien encontré un doctor para que me atendiera?”

"iQue crees? Asier le lanzé una mirada fria, se puso su traje y comenzé a anudar su corbata.

Su gesto al ajustarse la corbata era sereno y regio, demostrando una destreza innata. Fue entonces cuando Elia se dio cuenta de que Asier siempre se vestia de traje y corbata por si mismo.

Elia agradeci6 de forma sincera, “Gracias, si no hubiera sido por ti ayer, probablemente los monos salvajes me habrfan destrozado sin que nadie lo supiera.”

Si nadie hubiera venido en su ayuda en esa situacion tan desesperada, probablemente no habria sobrevivido.

Apenas termino de hablar, vio la mirada intensa y penetrante de Asier sobre ella.

Elia se sinti6 inquieta, habfa dicho algo malo?

;No estaba contento con que ella le agradeciera?

"Umm, necesito levantarme para lavarme. ;Hay alguna muleta que pueda usar?” Elia rdpidamente cambi6 de tema.

Asier era impredecible, lo que la dejaba perpleja.

Nunca podia entender qué lo enfadaba o qué lo hacia feliz.

Asier no dijo nada, dio grandes zancadas hacia ella y le extendié una mano.

Elia miro su mano, extendiendo la suya con incertidumbre Se apoyo en su brazo, y él la ayud6 a ponerse de pie.

Elia se levanto de la cama, apoyandose en el brazo de Asier Fue entonces cuando se dio cuenta de que él se estaba ofreciendo como su muleta. Cojeando, llegaron al bafio principal. Ella se apoyo en el lavabo, y Asier la solté. En lugar de salir del bafio, el sacé dos cepillos de dientes y comenz6 a poner pasta dental

Elia, sorprendida, comenzoé a decir. “Yo puedo hacerlo...”

Antes de que terminara de hablar, la mirada fria de Asier la interrumpio, haciendo que se encogiera.

Luego, le paso el cepillo de dientes con la pasta dental y tomo el otro para comenzar a cepillarse los dientes.

Al ver eso, Elia se sintié avergonzada

El primer cepillo de dientes que habla agarrado, con pasta dental, probablemente era para el mismo.

Pero ella habia asumido que era para ella y habla insistido en que podia hacerlo ella misma Probablemente el simplemente siguié la corriente y le dio el cepillo de dientes con pasta dental, y tomo otro para él.

Pero, spor qué el primer cepillo de dientes que agarro era rosa?

Asjer ya casi habia terminado de cepillarse los dientes mientras que Elia estaba sumida en sus pensamientos.

Elia volvié en-sly comenzé a cepillarse los dientes.

“Mam, Papa, levantense, el sol ya esta calentando. Una vocecita dulce se escuché desde fuere de la puerta.