¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 676

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Capitulo 676

Capitulo 676

El sonido de la voz de Elia indicaba que todavia estaba enfadada, y su actitud mostraba que no queria seguir conversando con Gabriel.

Gabriel, con palabras halagadoras y una sonrisa en su rostro, intenté apaciguarla. “Elia, lamento lo que ocurri6 antes. Fue un error de mi parte. Tienes razon, ahora deberiamos poner la casa a tu nombre. Pero tengo una pregunta“.

“Si tienes alguna pregunta, hazla rapido. No tengo tiempo para charlar, tengo que ir a trabajar. Elia cre6 un sentido de urgencia, como si

estuviera apurada.

Gabriel siguié su linea de pensamiento, temiendo que, si esperaba demasiado, la situacién se complicarfa.

"Si obtienes treinta mil millones, y me das veinte, ;qué le dirfas a Asier si te pregunta que hiciste con el dinero? Si Asier empieza a investigar, esos veinte mil millones no llegaran a mi".

Lo Unico que le preocupaba a Gabriel era su propio beneficio.

“Lo que dije antes fue que debias poner la casa a mi nombre. Una vez que Asier apruebe, me daras treinta mil millones y transferire la casa a tu nombre. Si no puedes transferir la casa, entonces te dare veinte mil millones. Si la transferencia es exitosa, lo siento, solo podrés obtener diez mil millones con la villa. Le diré a Asier que el dinero no se ha gastado y que esta en mi cuenta para mi jubilacion. Si digo que lo gasté, él investigara. Si digo que lo guarde, no lo hara. ;No entiendes eso?”

Detectando la impaciencia en las palabras de Elia, Gabriel se apresuro a responder: “Si, si, tienes razon. De acuerdo, haremos como dijiste. Pero la inmobiliaria me llamé hace un rato para decir que el sistema del registro de la propiedad esta caido y no podemos firmar en linea hasta que se arregle Gabriel asinti6 apresuradamente.

Temia perder la casa y la oportunidad de obtener los veinte mil millones.g2

“Cuando podamos firmar, me llamas. Tengo prisa“. Dicho esto, Elia colgé el teléfono.

Estaba negociando con Gabriel con pura valentia, tratando de crear la impresion de que era muy poderosa y que Asier la adoraba

Si mostraba algun signo de miedo, Gabriel sospecharfa

Afortunadamente, lo supero.

Habia usado a Asier para amenazar a Gabriel, sabiendo que Asier investigaria el asunto de los mil millones.

De lo contrario, no se habria molestado tanto cuando se enter de que Gabriel habia comprado una villa por mil millones.

Debia estar vigilando constantemente los movimientos de Gabriel, de lo contrario, no se habria enterado tan rapido de que Gabriel habia

comprado una casa

Asier odiaba profundamente a Gabriel. Habfa usado su dinero, jcémo podria permanecer indiferente? Seguramente tomaria medidas.

Por un lado, lanzé un sefiuelo a Gabriel para desestabilizarlo, y por otro, usé a Asier para amenazarlo, para que entendiera la gravedad de la situacién. Solo poniendo la casa a su nombre estaria seguro.

Ademas, Gabriel era muy codicioso, seguro que aceptaria.

Gano la apuesta.

Solo que, no esperaba que el sistema del registro de la propiedad se cayera

Elia respiro profundamente, relajando sus tensos musculos, y redacté un mensaje para Asier: Yo me ocuparé del asunto de Gabriel, gracias.

Si Asier intervenia, confirmaria que ella habia usado su dinero para Gabriel

Pero si ella lo manejaba, podria disipar cualquier malentendido que Asier tuviera sobre ella. Ademés de no querer ser malinterpretada como alguien que usarfa el dinera de Asier para apoyar a una persona egoista como Gabriel, tampoco queria tener algo que ver con Gabriel.

Esa vez, queria que Gabriel supiera que ella y su madre no eran faciles de enganar.

Si intentaba enganar a su madre en el futuro, no lo dejaria salirse con la suya

Después de enviar el mensaje, Elia no se apuro a salir, sino que se quedo en casa esperando.

Habfa resuelto el asunto con Gabriel, pero no sabia si Asier estaria de acuerdo en dejarla manejar la situacion.

No tenia seguridad al respecto.

Mientras tanto en Villa Serenidad.

Abel, con su pequefio cuerpo, estaba sentado frente a su gigante computadora, sus manos se movian rapidamente sobre el teclado. En la pantalla de la computadora, una serie de cédigos y nimeros saltaban a un ritmo frenético.