¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 664

Capitulo 664

Elia bajo la vista hacia el pequeno nifio gordito que tenia delante. Era un chiquitin rollizo con una carita redonda, suave y tierna como un flan de

leche

Habl6 con una voz suave: “Nifio, jte golpeaste la cabeza? Déjame frotértela

Extendié su mano y acaricié suavemente la cabeza del pequefio

El nifio parecia tener unos cuatro o cinco aos, era de la misma edad que su pequefio tesoro

El pequefio la mir con sus curiosos ojos color café oscuro. El pequefo no sit movié y la permitié acariciar su cabeza Sentia un extrafio sentido de familiaridad con la mujer que tenia delante "Alejandro, te dije que corrieras despacio. Ahora has chocado con alguien, dijo Vicente saliendo de su oficina, atrayendo al nifio que estaba al

“Este tic mic, murmuro Vicente mientras se tocaba la frente. Siempre encontraba formas de hacerle la vida mas dificil.

Vicente volviendo la mirada hacia Elia y le sugiri6 diciendo, “Escucha, mi pequefio primo, mi ingles tampoco es muy bueno y tengo mucho trabajo ;Qué te parece si encontramos a alguien para que te ayude?”, s

Elia se sorprendi6 al encontrarse con su mirada calculadora “Por qué me miras asi?”

“Sita Sauri, ayudar con el ingles no requiere de mucho esfuerzo, imagino que para ti serd pan comido. Entonces, hoy y manana, tu tarea principai sera explicar este examen y ayudar a Alejandro a entender donde se equivoco, de acuerdo?”

Después de hablar, Vicente le paso la hoja del examen

Elia mir6 el examen marcado con un nueve en rojo y pensé ;cuan dificil podria ser el inglés de un nifio de kinder?

Cuando estaba en la universidad, habia obtenido su certificado de inglés de nivel avanzado en su primer afio.

Ayudar a un nifio de kinder con su inglés seria mas que suficiente.

Ademas, ese pequenio se llamaba Alejandro, el compaiiero de clases de su hija Ina, y el nifio a quien ina habla besado ina parecia tenerle mucho

carifio

Si le ayudaba con su tarea, podria conocerlo mejor y tener un control mas electivo de la situacién. Una-madre nunca dejaria de preocuparse

Con esas ideas en mente, Elia acepté el examen que Vicente le pasé y asintio. “De acuerdo, jele” “Bien, llévalo a tu oficina para ayudarlo, y cuando sea hora de irse, tralo a mu oficina’, dijo Vicente, empujando a Alejandro hacia Ela antes de volver a su oficina.

Ella tomé la mano del pequefio y entré en su oficina

Diana, al ver al nifio, sintié curiosidad y le hizo algunas preguntas a Ele

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