¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 608

. Capitulo 608 Benjamin mir su oficina, la cual siempre mantenia en un orden impecable, un lugar que consideraba su santuario personal. Ahora, estaba en completo desorden. El sello que solia usar para firmar documentos yacia en el suelo, dejando manchas de tinta roja por toda la mesa. Los papeles en blanco, antes bien ordenados, ahora estaban esparcidos por todas partes, muchos de ellos con marcas del sello Los libros que antes estaban clasificados y ordenados en las estanterias ahora estaban desparramados por el suelo, apenas quedaban unos pocos en las estanterfas. Los contratos que habia dejado en el escritorio también estaban esparcidos por el suelo, algunos incluso estaban vacios, y lo peor de todo, todos los contratos se habian mezclado, no habfa un solo documento completo. Al ver el desorden, Benjamin sinti6 un dolor de cabeza inmediato. Habfa pensado que los nifios solo serian un poco traviesos, y estarfa perfecto si ellos se quedaban aqui para leer cualquier libro con gusto, pero nunca imaginé que causarian tal desastre en su oficina. Mirando su antes ordenada oficina convertida en un vertedero, el rostro de Benjamin se oscurecié y dirigié una mirada severa al mayordomo. El mayordomo explicé nerviosamente: “Vi que los nifios estaban jugando muy felices, no queria interrumpir y hacerlos llorar, asf que no los detuve” Después de todo, eran los hijos de Asier, y esta era su primera visita a la Casa Griera. Tenfan que dejarles una buena impresién.g2 Benjamin suspiro profundamente, tratando de controlar su irritacién, y haciendo un gesto con su mano, dijo: “Bueno, consigue a alguien para que limpie este desastre”. “Entendido, sefior”, respondié el mayordomo asintiendo con la cabeza A la hora del almuerzo, los cuatro nifios ocuparon un lado de la mesa rectangular, mientras que Benjamin y Luisa se sentaron al otro lado. Asier y Elia se sentaron juntos en un extremo estrecho de la mesa, frente a Maribel. El ambiente alrededor de la mesa era un poco incémodo. A diferencia de los pensamientos complicados de los adultos, los nifios eran mucho més inocentes y disfrutaban comiendo. Iria, con sus manitas un poco torpes, agarraba la cuchara y se llevaba trozos de pastel a la boca. Los postres eran su debilidad. Su cara estaba cubierta de crema de los postres, parecia un pequefio gato cubierto de crema. Inés comfa més despacio, pero se podia ver que disfrutaba de la comida. Abel y Joel comian a un ritmo constante, mostrando su serenidad Luisa miraba con carifio a los cuatro nifios disfrutando de su comida, su sonrisa nunca abandonaba su rostro. Benjamin, por otro lado, seguia manteniendo su expresion seria y dijo: “A comer, no sean timidos. Maribel, come todo lo que quieras, sientete como en tu casa” Benjamin era mas atento con Maribel, habldndole con un tono amable. Maribel sonrié educadamente y asintié: “Gracias, Benjamin” Luego, tomé su tenedor y comenzé a comer. Miré a Elia, a quien Benjamin no le habia mostrado ninguna atencién, una sefial de que, en la mente de Benjamin, ella tenia un estatus superior al de Elia Incluso si Elia se casara con Asier, nunca aceptaria a Elia En ese aspecto, Maribel tenia una clara ventaja sobre Elia. Su mirada hacia Elia estaba llena de desafio. Esa era la razon por la que se habia quedado a comer Elia levanto la vista y se encontré con la mirada de Maribel Esa mirada le hizo sentir incomoda