¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 591

Capitulo 591

Sal necesito descansar, le dijo Eka sin mirarlo a la cara.

Ella penso que su indiferencia le molestaria, pero, para su sorpresa, él se marché

Al quedar la habitacion libre de su frigida presencia, Elia suspir6 aliviada.

Miro hacia la tarjeta en la mesita de noche, preguntandose si Asier habia retirado el dinero que habia en ella.

Sin importar si lo habia hecho o no, ella no queria la tarjeta

Si estaba vacia, no valia la pena, tenia muchas otras tarjetas de banco. Y si atin tenia dinero, tampoco la tomarfa, eso seria como trabajar en vano.

Elia estaba verdaderamente exhausta, como si se hubiera vaciado por dentro

Estaba a punto de dormirse cuando se abno la puerta y una voz alegre y tiema reson6 “Mama““g2

El sonido de cuatro vocecitas infantiles resonaba por todo el lugar, tirando de las cuerdas del corazén de Elia.

Abrié los ojos y vio a cuatro adorables pequefios comiendo hacia ella con sus piemas cortas.

Se movian de un lado a otro, como pequefos pinguinos, y eran absolutamente encantadores.

La tristeza de Elia se evapord en un instante, como si hubiera recuperado algo de su energia. Sentdndose con esfuerzo y una sonrisa suave en su rostro, dijo. “Abel, Joel, Ina, Ines...

"Mama"

"Mama, ;qué te paso en la garganta? ;Por qué hablas tan bajito?”, pregunté Joel.

Los nifios llegaron a su cama, sus pequefias manos agarrandose al borde mientras miraban a Elia con ojos brillantes, inocentes y alegres

Todo ese amor estaba dingido hacia ella

Elia se sentia rodeada de amor y su cuerpo y alma parecian relajarse. Incluso su corazén herido parecia curarse y llenarse de energia

"Estoy bien, solo tengo una pequefia infeccion en la garganta”, explicé Elia

Extendio su mano para tocar sus caras redondas y suaves.

“Ya comieron, pregunto Elia

“Si, ya comimos respondi6 Abel

“Nosotros ya comimos, y tu, mama?”, pregunté Joel con una sonrisa, sus ojos bonitos estaban llenos de preocupacién por su madre

“Yo tambien comi”, respondi6 Elia

“Mama, comiste tanto como yo? Mira mi panza, es redonda como una pelota®, dijo Ina con una voz tierna y juguetona, levantando su vestido para mostrar su barguita llena

Elia sonno y toco su barguita: “Nuestra ina si que ha comido bien, eres tan adorable”

Tu tambien eres adorable, mama”, dijo Ina, sonriendo con orgullo. Sus mejillas se hundian en dos pequefios hoyuelos que derretian el corazén a cualquiera.

"Si, mama es la mas adorable de todas, afiadi6 Inés, cerrando su pequefio pufio en un gesto de aprobacion.

Elia sonno con alegria y alivic

No importaba lo grandes que fueran los desafios o las dificultades que enfrentara, siempre que veia a sus hijos, nada mas le importaba.

Donde hay luz, hay esperanza

“Mama, ven a jugar con nosotros, suplicé Ina, agarrando la mano de Elia y sacudiéndola suavemente

“De acuerdo, jugare con ustedes le prometi6 Ella. Pero cuando intento levantarse, sus piernas flaquearon y cayé de nuevo en la cama.

Habia sobreestimado su fuerza Aunque queria jugar con sus hijos, su cuerpo no le permitia hacerlo En ese momento, la puerta se abrié y entro Asier, con su presencia imponente