¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 419

Capitulo 419

También estoy aqui, yo también quiero cantar para la pequena Iria.” Joel levanté su mano con entusiasmo, ofreciéndose de voluntario.

“Bien, vamos a escuchar a Joel.” Jimena asumi¢ el papel de presentadora

Joel canté una de las canciones de DJ mas populares del momento.

Al terminar, Joel miro hacia arriba con su pequena cabeza, con sus ojos infantiles brillando: “Todos en mi clase saben cantarla, incluso saben bailarla

Ni Elia ni Jimena habian oido la cancién, por eso intercambiaron una mirada de sorpresa. ¢Estaban tan desconectadas?

;Los nifios de preescolar de cuatro afios ya sabian cantar las canciones populares del momento? “Muy bien, Joel también canta muy bien.” Elia reaccioné réapidamente y comenzé a aplaudir Jimena tambien aplaudi6 g2

En este momento, Rosalinda salié con la comida, la colocé en la mesa, con su expresién ain un poco sombria, y dijo: “A comer”

"Si, comamos primero, luego comeremos pastel. Dijo Elia.

Todos se sentaron alrededor de la mesa, y no pasé mucho tiempo antes de que todos los platos estuvieran vacios.

Elia levanté el pulgar, alabando a Rosalinda: “Mam4, tus habilidades de cocina mejoran cada vez mas, es deliciosa, incluso mejor que la comida de los

restaurantes

Rosalinda le ech6 un vistazo y le dijo. “No me necesitas adular”

A pesar de esto, no pudo evitar que una sonrisa se asomara en su rostro mientras se levantaba para recoger los platos.

Despues de la cena, todos se reunieron para cantar una cancion de celebracién para Ina. Como no podian ponerse de acuerdo en la cancién, simplemente cantaron la cancion de Feliz Cumplearios Todos cantaban y aplaudian al ritmo de la cancién

ina, como una pequefa cumpleafiera, se sentd frente al pastel, recibiendo la cancion de felicitaciones con una dulce sonrisa en su adorable rostro

Cuando la cancion termind, Ina sopl6 las velas, pero no logré apagarlas en el primer intento

En el segundo intento, los cuatro nifios soplaron juntos.

La llama de las velas titilo por un momento y luego se apagé

Elia ayudo a Ina a cortar el pastel, repartiendo una porcion para cada uno, y todos empezaron a comer alegremente

Ina era una pequeria glotona Aunque acababa de cenar y estaba llena, no podia resistirse a los postres. Sosteniendo su cuchara con sus regordetas manos, iba metiendo trozos de pastel sin parar en su boca.

Tenia crema en toda la boca y las mejillas.

Parecia un pequefio gatito, se veia muy adorable

Elia se sinti6 completamente conmovida.

Sacé una servilleta y canfiosamente le limpio la boca: “Come despacio, nadie te va a quitar tu pastel.”

Después de limpiar a ina, se volvié y vio que la cara de Inés también estaba llena de crema, asi que saco otra servilleta y le limpio la boca.

Aunque no habla probado el pastel todavia, simplemente ver a los nifios disfrutando tanto, llené su corazén y su paladar de dulzura.

Estar con los nifios eran los momentos mas felices de su vida, donde se sentia mas afortunada Después de la cena Jimena se fue

Eka jugé un rato con los nifos, luego ayudé a Rosalinda a bafarlos

Acostada en la cama Elia les cont una historia para dormir

Rosalinda abre la puerta, se quedo en la entrada del cuarto, viendo como los nifios intentaban acurrucarse al lado de Elia, escuchandola contar la histona con un aire de dependencia

Y Elia, con su voz suave y dulce, estaba completamente sumergida en su amor por ellos

La escena era tan calida y sanadora

Rosalinda sintié que su corazon se calentaba, bajé la mirada, con sus ojos llenos de lagrimas, apago la lus, como la puerta y fue a deine a su habitacid

Pronto, Ela logré que los nifios se durmiran.

Se levant6 para ducharse, y justo después de salir, su teléfono an la pesar de todo respondid esta sond. Lo mcogid y vio que are Sergio quien tamaba. Frunci¢ al calo ligantraente, pero a “Quiero verte.” A través del teléfono, las palabras de Sergio fueron muy dissotas