¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1816

Capitulo 1816

Este chico, en comparacion con sus dias de juventud, parecia haberlo superado.

Habia instalado un sistema de vigilancia en el numero de teléfono de Elia para mantenerse informado de sus movimientos.

Al ver esto, Abel se dio cuenta de que Asier estaba enojado.

Se puso nervioso de inmediato y con cautela dijo: “Extrafio mucho a mama, en la academia militar no nos permiten salir asi nomas...”

Por eso recurri6 a este método, para conocer los pasos de Elia. Simplemente estaba demasiado preocupado por su madre.

Los ojos profundos de Asier se entrecerraron peligrosamente, se acerco a Abel y con una voz baja y magnética pregunt6: “Muchacho, no estuviste escuchando lo que no debias, ¢ verdad?”

Abel parpadeo confundido, sin entender a qué se referia Asier, pero viendo la seriedad en la expresion de su padre, supo que el asunto era grave.

De repente, Abel tuvo una epifania y comprendi6 a qué se referia.g2 Rapidamente levanto dos dedos y dijo: “Jamas escucho cuando mama se bafia o va al bafio, y ademas, ella no lleva el teléfono en esos momentos.”

Abel expres su sinceridad y, aunque la expresion de Asier no se suavizo, seguia mirandolo con ojos escrutadores, claramente habia mas que eso.

Al ver que su padre lo seguia mirando con ojos inquisitivos, Abel parpaded inocentemente, sin tener idea de lo que queria.

Al ver la confusion en el rostro de Abel, Asier se relajo, pasé su mano sobre la cabeza del nifio y con una voz mas suave dijo: “Esta bien que lo sepas, hay diferencias entre hombres y mujeres, tu madre es una mujer después de todo.”

Al fin y al cabo, era solo un nifio, hay cosas que aun no entiende. Parecia confundido cuando se le pregunt6, seguramente no habia escuchado nada indebido.

Asier entonces se tranquilizé.

“Si, entiendo®, asintié Abel.

En la academia militar, habian aprendido sobre este tema, hay diferencias entre géneros, cada persona tiene su privacidad, que no debe ser violada. Ni siquiera los padres deben violarla.

Lo que Elia vi6 fie a Asier acariciando la cabeza de Abel mientras este asentia obedientemente, una escena de afecto entre padre e hijo. Esto hizo que el animo de Elia, antes lleno de sombras, mejorara. Abri6 la puerta del carro y dijo con ternura: “De qué hablaban que parecia tan animado?”

*Jaja, mama, nosotros...” Abel estaba a punto de hablar.

Pero entonces recibi6 una mirada de Asier que parecia ser un recordatorio. La sonrisa de Abel se congel6 un momento en su rostro y rapidamente dijo: “Nada, nada, solo charlando...”

Asier posé su mirada profunda sobre Elia y con una voz magnética dijo: “¢ Terminaste de hablar?”

Elia forz6 una sonrisa y respondié. “Si, terminamos. No fue nada importante, solo hablamos sobre como Abel logré salir y como nos encontro.”

“Ramiro es una buena persona, ayudé mucho a mama antes, pensé que buscarlo seria lo mas conveniente y ademas, él esta dispuesto a ayudar con todo su corazon,” explic Abel la razon por la que busco a Ramiro para sacar a Elia de apuros.

“Claro, Abel es el mejor, sabes buscar ayuda, pero de ahora en adelante no le pidas mas favores a Ramiro. El también tiene su vida, mejor no lo molestemos mas,” dijo Elia con una sonrisa a Abel.

Abel, curioso, pregunt6 confundido: “¢, Por qué?”

Asier respondio: “Es suficiente con que hagas lo que dice tu madre, no hay tantos porqués.”

Después de decir eso, ordené al conductor: “Conduce.”

El carro se puso en marcha.

Elia pregunt6: ¢A donde vamos?”