¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1691

Capitulo 1691

Jimena le lanzé una mirada y fue a la sala de juegos para llamar a los nifios a comer.

“iPapa!” Adora, agitando sus pequenas piernas, corri6 feliz hacia Orson.

Ese tierno sonidito al llamar a su papa era tan dulce que derretia el corazon.

Orson se giro y vio a Adora correr hacia él, como un pequeno y tierno pastelito, suavidad y ternura que se acomodaban directamente en su corazon.

El amor paternal de Orson desbordd y, en un instante, se levant6 y con grandes pasos se adelantd para levantar a Adora en sus brazos, su rostro irradiaba una sonrisa tierna y amorosa: “Adora, ya es hora de comer.”

Incluso al hablar, su voz se llené de doble tono sin darse cuenta.

Al levantar la mirada, vio a Jimena llevando a Fred de la mano, quien miraba hacia arriba con sus grandes y redondos ojos llenos de envidia hacia Adora en sus brazos.

Orson, sintiéndose conmovido, avanzé un paso y se agaché para, con su otra mano, levantar también a Fred: “Amiguito, deja que papa también te dé un abrazo.”

Orson dijo mientras su mejilla tocaba la pequena cara de Fred.g2

Fred, que hasta hacia un momento habia estado serio, de repente sonri6, una sonrisa inocente y pura. Jimena tenia muchas quejas contra Orson, pero al ver la sonrisa de Fred, no pudo evitar sonreir también, una sonrisa que le picaba los ojos.

Se alegraba por la felicidad de los nifios y se emocionaba por sus propios esfuerzos y dificultades de los Ultimos tres afios.

Pensaba que los nifios eran pequefios y no entendian nada, pero se dio cuenta de que, en realidad, lo comprendfan todo. Su anhelo por un padre era mucho mayor de lo que ella habia imaginado. Jacinta, llevando los platos desde la cocina, vio a Orson abrazando a los dos nifios y también mostré una sonrisa de alivio, diciendo: “Es hora de comer.”

Adora giré la cabeza, sus ojos brillantes y orgullosa dijo: “Abuela, jya tengo papa! Mira, él es mi papa.”

"Yo también tengo papa ya, papa me est abrazando, jestoy en brazos de papa!” Fred no pudo contener su alegrfa y le dijo a su abuela orgullosamente.

Antes, tenfa un malentendido con Orson, pensaba que él habia maltratado a su mama y le tenia hostilidad, incluso lo llamé malvado.

Pero desde que su mama reconocié que el malvado era su pap3, Fred se llené de alegria.

Ely su hermana también tenfan un pap4, ya no eran los nifios de los que otros decfan que nadie los querfa.

Jacinta asintié repetidamente: “Muy bien, muy bien, abuela sabe que ya tienen pap4, abuela también esta feliz por ustedes.”

Jacinta dijo esto sintiendo calor en los ojos.

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Que nifios tan adorables.

sim el amor de un padre. Ahora de felicidad.

Ella tambien se alegraba

SEVER ona po sx pequefios nietos lamentando que nacieran as pelos saben que teman un padre, estaban rebosantes

Jimena, observando desde un lado, se sorprendo con cada palabra de los nifios, pensaba que simplemente estarian felices de tener un padres, pero no esperaba que tambien to presumieran. Poseer algo, solo cuando se esta extremadamente feliz, se pesume penso.

Ella habia privado a los nifios del amor de un padre durante tres afios.

Jimena empez6 a culparse, singendo que baba talado a sus hijos.

“Hija, no te quedes abi parada, ven a comer y de paso hablamos sobre tu matrimonio con Orson,” Jacinta dijo, dirigiendo su mirada rada Jimena, que seguia de pie sin moverse