¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1411

Capitulo 1411

Jimena se miraba en el espejo retrovisor, Orson se hacia cada vez mas pequefio y de repente suspiré con melancolia.

"Que haya amor pero no destino, es lo mas cruel,” murmuré Jimena.

En ese momento, Orson estaba parado en la acera frente a la salida del hotel, sus ojos traviesos reflejaban la decepciéon mientras vela alejarse el auto de Elia y Jimena.

Jimena habla salido corriendo del ascensor, claramente queria poner distancia entre ellos. Después de salir del ascensor, arrastro a Elia con prisa.

Simplemente no queria tener mas que ver con él.

Antes, ella se habia enamorado de Orson a primera vista y comenzé una loca persecucion.

Pero ahora, le habia sugerido que persiguiera a Priscila y lo esquivaba cada vez que podia

Incluso habia dicho que la integridad del Dr. Diaz la habla impresionado tanto que se habla declarado a él.g2

Ella realmente era de las que camblan de amor como de camisa.

Orson se dio cuenta de esto y no solo sintié ira, sino también un profundo desasosiego.

Antes no le importaba Jimena, cada vez que ella lo perseguia con locura, la rechazaba sin mucho interés. Pero ahora que Jimena no mostraba interés en él, el vacio que sentia era tan profundo que le costaba respirar.

Media hora después. Elia dejo a Jimena en Islas Verdes.

Jimena habia comprado alli un apartamento de tres habitaciones y dos bafios, donde vivia sola. “Elia. ;por qué no subes y tomas un café?” le invit6 Jimena sinceramente después de bajar del auto Elia y Jimena eran tan cercanas que no habia lugar para formalismos.

“Claro, subiré.”

Jimena llevé a Elia a su casa, y al abrir la puerta, fueron recibidas por un fuerte aroma a leche.

Solo ese aire perfumado con olor a leche era suficiente para embriagar.

A la vista, dos pequefiines jugaban en una alfombra de espuma, pasandose una pelota, riendo con alegria, sus risas sonaban como campanillas.

El nifio sentado cerca de la puerta tenia poco més de dos afios, gordito, con grandes ojos redondos, una nariz pequefa y una boca diminuta, muy parecido a Jimena.

La nifa cerca del sofa, también de mas de dos anos, llevaba un mono rosa con una camisa blanca adorable, y su cabello dividido en dos trenzas. Su rostro en forma de corazon, ojos grandes y brillantes, pestanas largas, y mejillas regordetas que mostraban dos hoyuelos al sonreir, era tan hermosa y tierna como una pequena gatita,

“Fred, Adora, mami ya est aqui,” dijo Jimena al ver a sus hijos, su corazén se derriti6 al instante. Su voz se suavizd mientras se quitaba los zapatos para acercarse.

Los nifios, absortos en su juego, voltearon al oir a su madre y sus rostros se iluminaron con sonrisas inocentes y brillantes.

“Mamil”

El nifio, llamado Fred Santos, apoy6 sus manos en el suelo y se esforzé por levantarse, caminando hacia Jimena con pasitos cortos

La nifia, Adora Santos, se puso roja de impaciencia al tratar de levantarse, pero era muy pequena y perdi el equilibrio. Después de un par de intentos, cayé de nuevo sobre la alfombra de espuma. Al ver a su hermano en brazos de su mama y ella atin en el suelo, empez¢ a llorar.

“Adora, no llores, tu tia Elia te va a cargar.” Elia rapidamente se adelanto, levanté con cuidado a la pequefia Adora y con

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ternura le seco las lagrimas.

Los pequefios eran tan dulces y encantadores que desprendian un aroma a leche, irresistiblemente adorables.

Eran como Iria cuando era pequena, tan tiernos y encantadores que te derretian el corazon. Capitulo 1412