¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1395

Capitulo 1395

Bruno, ;jacaso estas tan encandilado con esa mujer como Asier?” pregunté Benjamin, con una mezala de sospecha desden.

Bruno, ya me han interimpido suficiente, dijo Benjamin, cortando cualquier intento de réplica. Pos6 su mirada file y airada en Elia.

Elia, ya de pci si nerviosa, sintié una sacudida en el corazon; la mirada de Benjamin era tan penetrante y afilada que la hizo estremecer.

“Estoy cansado, encargate de despedir a la visita,” dijo Benjamin, agitando la mano con desgano y encaminandose hacia el piso superior.

Al ver que Benjamin no le daba ni la mas minima oportunidad, Elia, impulsada por la emocién, le sigui6 algunos pasos y dijo con voz suplicante: “Por favor, Benjamin, dame la oportunidad de cuidar a Asier. Prometo que lo haré con todo el corazon. Creo firmemente que algin dia despertard.”

Benjamin se tens y, girandose, clavé su mirada feroz en Elia: “Si realmente quieres lo mejor para él, mantente alejada. El despertara por sf solo sin tu presencia.”

“El médico dijo que solo hay un cinco por ciento de posibilidades de que despierte. Ademas, he investigado en internet y para que una persona en estado vegetativo despierte, lo mejor es— estimularlo constantemente con cosas y personas que le importan, no sélo con palabras sino también con contacto fisico. Nadie conoce su cuerpo mejor que yo. Quiero que despierte pronto, también para pagarle por haberme salvado la vida. jPor favor, Benjamin, permitemelo!”

Elia hablé con firmeza y sinceridad, y al terminar, incliné la cabeza en un gesto de stplica.

Aunque sus palabras pudieron parecer descaradas, Elia estaba dispuesta a ser malinterpretada con tal de cuidar a Asier, olvidandose de la verglenza y el decoro.g2

“No tienes vergiienza, acusé Benjamin, sefialando a Elia con un dedo tembloroso.

Ella habia dicho que nadie conocia el cuerpo de Asier mejor que ella y que usarfa métodos fisicos para estimular su despertar. ;Acaso era algo que una mujer respetable y sensata dirfa?

Benjamin estaba tan furioso que su respiracion se volvio errética.

Maximiliano estaba aténito, nunca esperé que Elia dijera tal cosa.

Por otro lado, Bruno no estaba tan sorprendido; conocfa la astucia y la malicia de Elia. Parecia vulnerable y dulce, pero cuando mostraba su verdadera naturaleza, incluso él se vefa atrapado en sus juegos.

Maximiliano abri6 la boca para defender a Elia, pero antes de que pudiera hablar, escuché el sonido sordo de una rodilla tocando el suelo: Elia se habia arrodillado delante de Benjamin.

Su accion dejo a todos boquiabiertos.

Benjamin, con un aire ain més dominante y despectivo, no se inmuté.

Maximiliano, sorprendido, intent ayudarla a levantarse, pero ya era demasiado tarde. Elia habfa dejado de lado su orgullo y se habfa arrodillado ante Benjamin en presencia de todos.

Bruno estaba igualmente asombrado, jamas imaginé que Elia recurriria a tal extremo.

Arrodillada frente a Benjamin, Elia lo mir6 con ojos claros y resueltos, y dijo: “Te lo suplico, déjame cuidar a Asier. Le dedicaré todas mis fuerzas y atencion. Si arriesgé su vida para salvarme, debe ser porque le importo. La presencia de alguien que le importa puede crear un lazo emocional que lo ayude a despertar pronto.”