¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1386

Capitulo 1386

Maximiliano observaba la mirada firme y sonora de Elia, en sus ojos claros no se reflejaba la emocion de encontrarse con su hija, sino que contenfan un duelo reprimido.

Una sonrisa se esbozd en el rostro de Maximiliano, y su interés se avivé: “Todos se desviven por ser mi hija, y ti no pareces estar dispuesta. ;Acedes a hacer la prueba de paternidad solo porque necesitas pedirme un favor?”

Era algo curioso, ;cémo iba a haber alguien que no deseara ser la hija de un magnate internacional como él?

Vela que era una situacién forzada, que ella buscaba reconocerlo como padré solo por necesidad Era muy distinto a Vania, que se habia lanzado de cabeza a ser su hija, llegando a decir que su madre habia sido infiel para ganarse su favor.

Elia, con el miedo a la palabra “padre” latiendo en su corazén y los ojos himedos por las lagrimas, le dijo a Maximiliano: “Es cierto, si no aceptas, entonces no hay necesidad de hacer la prueba. No tiene caso.”

Maximiliano, con una media sonrisa, replicé: “Dime, cual es tu condiciéon?”

"Si se prueba que soy tu hija, no te pediré que compenses los afios de cuidado que me debes. Solo quiero que convenzas a Benjamin para que me permita cuidar de Asier.” Elia, con la respiracion entrecortada, miré fijamente a Maximiliano y dijo con determinacion.

O sea, aparte de cuidar de Asier, ella no querfa nada méas.g2

Maximiliano la observé, un atisbo de sorpresa cruzé su mirada.

Elia solo le pedia un favor, sin interesarse por el dinero ni los lazos de poder.

El habia esperado que ella, como la mayoria, le pidiera una casa, un carro, dinero o conexiones inalcanzables.

Pero no queria nada de eso, solo pedia un favor.

La ultima vez, habfa sido Asier quien llevé a Elia a conocer a Maximiliano, y él era consciente de la relacion especial que existia entre ellos.

Ahora que Asier habia sufrido un grave accidente y los médicos lo habfan declarado en estado vegetativo, la situacion era desoladora.

Un estado vegetativo implicaba una vida postrada en cama, dependiendo de la suerte para despertar.

Cuando Maximiliano se enter del destino de Asier, sintié una profunda pena y tristeza.

Después de todo, Asier era un joven sobresaliente, y su relacién era casi de maestro y aprendiz, aunque nunca lo hubieran formalizado, el vinculo estaba implicito.

Ahora, su hija distanciada deseaba cuidar de su discipulo.

Desde lo més profundo de su ser, Maximiliano queria concederle ese deseo.

No le gustaba ver a Asier condenado a una vida sin despertar.

Sin embargo, la nica peticion de Elia aun le sorprendi6.

"¢No estas de acuerdo? Entonces olvidalo, buscaré otra manera...” Elia, al ver que Maximiliano solo la miraba sin decir nada, sintié como la esperanza se desvanecia y desvi6 la mirada.

Estaba a punto de marcharse cuando la voz de Maximiliano resoné: “Acepto tu condicién.”

Elia se detuvo en seco, de espaldas a Maximiliano, cerré los ojos y respiré hondo.

A pesar de haberse decidido a realizar la prueba de paternidad y enfrentar la verdad de su lazo con Maximiliano.

A pesar de haberse convencido de no temer a la palabra “padre”.

Cuando tuvo que enfrentar esa realidad, que no era solo una palabra, sino que representaba a una persona de carne y hueso, los obstaculos en el corazon de Elia pesaban demasiado, ahogandola. Capitulo 1380

Necesitaba ajustar su respiracion constantemente y darse animos mentalmente para parecer que le era facil someterse a la prueba de patemidad con Maximiliano.