¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1368

Capitulo 1368

“¢Qué? {Ya voy para alla!” Al escuchar las palabras de Elia, incluso Bruno, que habia enfrentado todo tipo de tormentas en la vida, se quedé aténito y con la mente zumbando.

iAsier haba resultado herido y estaba en la sala de emergencias siendo atendido!

Si estaba en la sala de emergencias, definitivamente era grave.

;El Senor Griera no estaba de viaje en el extranjero? ;Cémo habia aparecido en casa de Elia y encima, estaba gravemente herido?

Bruno no tuvo tiempo de hacer todas estas preguntas en voz alta, pero en su mente ya tenia la respuesta. Seguramente Asier estaba tan ansioso por ver a Elia que habia regresado del extranjero y se habia dirigido directamente a la casa de ella.

Después de colgar el teléfono, Elia, con lagrimas en la voz, le devolvié el movil a la enfermera: “Gracias...”

“No te preocupes, si tienes un momento, deberfas cambiar tu ropa, estas cubierta de sangre. El hospital tiene batas para pacientes, le sugirié la enfermera a Elia.

Elia negé con la cabeza, en ese momento no tenfa &nimo para pensar en cambiarse de ropa, solo queria quedarse esperando noticias de Asier frente a la sala de emergencias.

Viendo que Elia estaba decidida, la enfermera no insisti6 mas. Estaba a punto de irse cuando Elia de repente la tomo de la mano, con una mezcla de ansiedad y pénico, pregunté: “Enfermera, mi tia Josefina también fue traida a este hospital, ;como esta ella ahora?"g2

Desde que sucedi6 el incidente, Elia habia estado acompafiando a Asier, porque él estaba herido muy gravemente y temia que pudiera morir en cualquier momento.

No habfa tenido tiempo de preocuparse por Josefina.

Ahora que de repente recordaba a Josefina, el corazon de Elia se apretaba de nuevo.

La ambulancia que asisti6 a Josefina habfa llegado primero al hospital, y Elia todavia no sabia donde se

encontraba.

"iComo se llama tu tia?” La enfermera, viendo cuan afligida estaba Elia, le pregunté con preocupacion.

Normalmente, una enfermera solo se ocupa de lo que sucede en su propia sala de emergencias y no sabe lo que sucede en otras salas.

Incluso si supiera lo que sucede en otras salas, no se lo dirfan a los familiares de los pacientes, por temor a equivocarse y causar problemas.

Pero al ver que Elia no era de las que causaban problemas, no se preocup6 tanto.

“Se llama Josefina Valdez", le dijo Elia con los ojos rojos e hinchados por el llanto, mirando nerviosa y ansiosa a la enfermera, con los labios pélidos y temblorosos.

Realmente temfa escuchar esa respuesta desesperanzadora.

"Ah, Josefina, si, hay un hombre con ella, sus heridas son superficiales, ya ha sido atendida y trasladada a una habitacién”, informo la enfermera.

Al escuchar que Josefina estaba fuera de peligro y habfa sido llevada a una habitacion, el corazén de Elia que habfa estado en vilo, finalmente se asento.

Cuando trasladaron a Josefina en la ambulancia, el sefior de buen corazén que habia ayudado a llamar a emergencias en el pueblo, se habia subido con ella y habfa venido al hospital.

Mientras atendian a Josefina, este sefor habia estado cuidando de ella.

Elid podia sentirse temporalmente tranquila, con toda su preocupacién ahora centrada en Asier, todavia en la sala de emergencias.

“Rapido, familiares del paciente, ;han llegado sus familiares? El paciente necesita una transfusion de urgencia, si se demora mas, no podra aguantar”, en ese momento, detras de Elia, la puerta de la sala de emergencias se abri6 y el médico salié con una expresién de urgencia.

Al escuchar las palabras del médico, el corazon de Elia, que habia encontrado un momento de calma, se tens6 de nuevo.

Desesperada y sin saber qué hacer, llamé a Vania, pero Vania ain no habfa llegado.

Una transfusion de sangre era un asunto serio, y un retraso podria resultar-fatal.

El médico estaba corriendo contra el tiempo con la muerte, no habia margen para el descuido.

Si perdian esa oportunidad para el tratamiento, la vida de Asier podria desaparecer de su mundo. iSus hijos ya no tendrian a su padre!