¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1362

Capitulo 1362

Asier apretd la mano de ella con fuerza, sin permitirle retirarla, su rostro hermoso era una mezcla de desafio y autoridad, y sus ojos la encerraban.

En la profundidad de su mirada, oscura como una laguna en calma, yacia la afioranza que habfa sentido por ella durante el dltimo mes.

“Hace un mes ya, jtu corazon no se ha aliviado un poco?” le pregunté Asier con su voz baja y magnética a Elia.

Durante ese mes, él habia estado en el extranjero, trabajando no sélo en sus proyectos, sino también dandole espacio a Elia, para que encontrara paz después de perder a su madre.

Si ella se sentia un poco mejor, seria mucho mas facil hablarle sobre casarse.

Elia no pudo liberar su mano del agarre de Asier, que era célido y firme como un par de tenazas Si forcejeaba demasiado, solo se lastimaria a si misma.

Como siempre, cada vez que él la retenia con su dominio, cuanto mas luchaba, mas herida terminaba

El segufa siendo el mismo de siempre, ese hombre autoritario y dominante, sin considerar sus sentimientos.g2

Elia respiré profundamente y dejé de forcejear, mirando friamente a Asier: “Tus padres murieron hace muchos afos, jte sientes un poco mejor ahora?”

Su mirada era demasiado firme, con un brillo de rencor y una feroz determinacién sin miedo. Asier sinti6 un temblor en sus ojos, como si su corazén hubiera sido golpeado por un martillo pesado.

Luego aflojo el agarre de su mano.

Elia not6 que la presion en su mano disminuia y rdpidamente la retiré, dando media vuelta hacia la casa.

Asier se quedd parado, observando su silueta desaparecer dentro de la casa, frunciendo ligeramente el cefio, sus ojos oscuros como la tinta reflejaban su pesar.

Elia todavia le guardaba rencor por haber enviado a Rosalinda a la estacion de policia para testificar contra Gabriel por fraude, lo que habfa provocado que Gabriel llevara a Rosalinda a la muerte.

El entendia el dolor de Elia, cuando sus propios padres murieron, él también habia estado sumido en las sombras, incapaz de salir durante mas de veinte afos.

Elia y su madre se tenfan la una a la otra, su vinculo era mucho mas profundo que el que él habia tenido con sus padres.

La muerte de su madre debia ser insoportablemente dolorosa para ella.

Asier cerré su mano, la misma que habia agarrado la muneca de Elia, sintiendo atin en sus manos la fria temperatura de su piel.

Era como el rocio de la manana, helado y penetrante, enfriando el corazon.

Ahora entendia que el odio que Elia sentia por él tenia ese mismo efecto desolador y descorazonador.

El la habfa mantenido a su lado en nombre del odio, y cada castigo, cada acercamiento, era una tortura

para ella.

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Ahora, ella le devolvia ese odio, pero no permaneciendo a su lado para atormentarlo, sino rechazéndolo del todo, esperando que nunca mas se volvieran a ver,

Su odio era puro y claro, sin mezcla de apego o nostalgia.

Deseaba cortar por lo sano y desaparecer de su vida para siempre...

En el rostro de Asier se dibujo una fatiga que denotaba su experiencia.

Su mirada permanecio fija en la casa, sabiamente decidié no molestarla mas.

De repente, un estruendo llend el cielo, era el sonido de un helicéptero acercandose. Aunque estaba a una distancia considerable de la villa de Elia, Asier, con su aguda percepcién, lo noté répidamente.

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