¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia -
Capítulo 1355
Capitulo 1355
Gabriel, ese maldito sinvergtienza, ipor fin habia muerto!
"Si no fuera por Rosalinda que atestigué como Gabriel la habia engafiado con mas de mil millones, no habrian sido tan duros con él en el juicio. Todo fue gracias a Rosalinda.”
Jimena suspiro y dijo: "Qué lastima que Rosalinda también haya perdido la vida por esto.”
Cada vez que se tocaba este tema, a Elia le dolia el alma. Los enredos y las razones detras de todo ya eran indescifrables y demasiado complicados para desentrafiar.
“Elia, Jimena, la comida esta lista, vengan a comer, les dijo Josefina llevando un plato de la cocina. Elia le respondi6 rapidamente: “Ya vamos.”
Tomo de la mano a Jimena y se sentaron juntas en la mesa.
Jimena probé un bocado de los frijoles estofados que habia preparado Josefina y exclamé: “jQué delicioso! Estan dulces y suaves, saben diferente a los de la ciudad.”
Josefina sonri6 con satisfaccion y dijo: “Si te gusta, sirvete mas.'g2
Y le puso mas frijoles en el plato a Jimena.
Hoy era el dia en que habian fusilado a Gabriel.
Después del fusilamiento, la policia notificé a su familia para que recogieran el cuerpo.
Al ver el cuerpo de Gabriel tendido en la cama, Adela, que habfa reprimido sus emociones por tanto tiempo, tembl6 incontrolablemente y estall6 en llanto, arrojandose al lado de la cama de Gabriel. "iAy, Gabriel, infiel y traidor! Toda la vida me fallaste y ahora te vas primero dejandome sola, ;por qué tenfas que abandonarme...?”
“iMama, ven aqui!” Liuva vio como Adela se lanzaba hacia Gabriel y, antes de que pudiera tocarlo, la jal6 hacia atras.
Con la respiracion entrecortada y enojada dijo: “jA ver si entiendes, él tenia SIDA! Ahora su cuerpo estd lleno de sangre, no temes contagiarte?”
Adela, llorando, se seco las lagrimas y miré a Liuva con los ojos borrosos, diciéndole: “No entiendes, desde que tu papa supo de su enfermedad, siempre mantuvo distancia conmigo, paca no contagiarme, nunca volvimos a estar juntos como marido y mujer. Aunque siempre hablaba de divorciarnos, en sus acciones siempre me estaba protegiendo...
“Liuva, quizés aun no entiendes lo que es amar a alguien, pero lo nuestro con tu papa fue amor verdadero. Nunca temi que me contagiara porque no me importaba, lo amo, y si me hubiera contagiado, habriamos muerto juntos. Nunca imaginé que no moriria de la enfermedad, sino de esta
manera.”
Adela seguia llorando.
Liuva estaba confundida y no entendia el amor de sus padres.
Desde que tenia memoria, siempre los habfa visto pelear.
Gabriel le habia sido infiel con innumerables mujeres.
Capitulo 1355-
A pesar de que a Adela claramente le importaba, nunca quiso divorciarse.
Ese matrimonio, esa relacién tan distorsionada, ;y Adela todavia hablaba de amor?
Liuva no habfa visto ni un dpice de amor entre ellos, solo veia traicion, obstinacién y sufrimiento. Gabriel la traicionaba, Adela se negaba obstinadamente al divorcio
Ese matrimonio asfixiante, en realidad, deberfia haber terminado hace tiempo.
“iNo me hables de su asqueroso amor, me revuelve el estbmago!” le dijo Liuva con repulsion. Adela, con las lagrimas detenidas, mir6 a Liuva y luego, con manos temblorosas, traté de tocar a Gabriel por ultima vez. En su frente habfa un orificio de bala, el disparo mortal.
Su mano tocd la cara de Gabriel, y el frio de sus dedos se encontré con la calidez que atin quedaba en
su rostro.
Esa sensacion encendié su corazon sofocado de repente, tembloroso, su respiracion se detuvo.
En ese momento, el latido de su corazén parecia convertirse en el latido de él. Adela, con lagrimas cayendo, le dijo: “Gabriel, ;crees que muriendo puedes escapar de mi? Espérame ahf abajo unas horas, aunque sea como fantasma, no te dejaré ni en la muerte.”
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