¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1331

Capitulo 1331

El doctor se quitd la mascara con gesto de pesar y le dijo a Asier: “Sefior, la situacién en la que estaba era demasiado complicada, no pudimos salvar al bebe....

No pudimos salvar al bebé...

Al escuchar esas palabras, el cuerpo de Asier, que estaba tenso, se cubri6 de un frio glacial y su corazon le dolia como si lo atravesara una aguja.

"iY Elia?” Le pregunté Asier al médico, mostrandose nervioso.

“La sefiorita esta bien, con reposo se recuperard.” Le respondié el médico.

Los hombros tensos de Asier se relajaron ligeramente

En ese momento, una enfermera empujaba la camilla de Elia fuera de la sala de emergencias. Ella yacfa. en la camilla, sus ojos negros miraban vacios al techo.

Su rostro estaba tan pélido que no tenia color alguno.

Asier sentia el corazon apretado al verla sin signos de vida.g2

Sigui6 al médico para llevar a Elia a su habitacion.

Después de acomodar a Elia, el médico y las enfermeras se retiraron.

Asier se sent6 al borde de la cama, mirando a Elia con ternura, y con una voz baja y grave dijo: “Lo mas importante es que te recuperes bien.”

"¢Por qué mi mama salié?” La voz de Elia era desolada, ronca y débil.

Después de un gran dolor, ni siquiera podfa hacer sonar su voz.

"Ella fue a buscarme para decirme que no eres hija de Gabriel.” Asier le dio su respuesta.

Si Rosalinda no hubiera salido, no habria tenido el accidente.

Al oir las palabras de Asier, los ojos de Elia se llenaron de lagrimas y estas comenzaron a deslizarse sus mejillas.

Rosalinda habfa ido a buscar a Asier para decirle eso, seguramente preocupada de que Gabriel la arrastrara a sus problemas.

Hasta su Ultimo momento, Rosalinda pensé en ella.

Al ver a Elia llorar, esas lagrimas cristalinas caian en el corazon de Asier como perlas claras, y él podia sentir su tristeza.

Extendié su mano grande y con el pulgar le secé las lagrimas del rostro, con una voz que denotaba el mas profundo de los carifios: “Acabas de pasar por un aborto espontaneo, no deberfas llorar, lastima tus ojos..."

r, eso

iAborto espontaneo!

Eso fue otro golpe brutal que golped directo al corazén de Elia.

Un corazén que ya estaba lleno de cicatrices y dolor.

Habfa protegido a su bebé con tanto cuidado, y aun asi lo habia perdido.

Capitulo 1331

También se habia ido de su lado.

Siempre habia cuidado con esmero a Rosalinda, temiendo que por las cosas de Gabriel se fuera de este

mundo.

Pero al final, ella también se habia ido.

Incluso el nifio en su vientre se habia ido.

El dolor que asfixiaba a Elia hacfa que las lagrimas fluyeran sin control y su corazon le dolia intensamente.

Asier tomé su mano fria y la agarré entre las suyas, tratando de transmitirle su calor, para hacerla sentir un poco mejor.

“Todavia me tienes a mi'y a los cuatro nifios...” Su voz grave estaba tefiida de melancolfa.

Nunca habia experimentado la tristeza por otra persona, pero ahora, al ver a Elia tan afligida, su corazén también se hundia, como si estuviera presionado por una piedra, y podia sentir profundamente su dolor.

Elia cerr6 los ojos y gir6 la cabeza hacia un lado: “Quiero dormir.”

Solo le quedaban cuatro hij

hijos.

iY Asier no significaba nada para ella!

“Duerme, yo estaré aqui contigo.” Le dijo Asier.

Pero Elia suavemente retiré su mano, y sin siquiera abrir los ojos, le dijo: “No hace falta, no puedo dormir si td estas aqui.”

Hablé con voz tan tenue y retiro su mano con tanta suavidad.

Pero era esa débil fuerza la que golpeaba con més poder.

Golpeaba directamente al corazon de Asier, haciéndole sentir un dolor agudo.

Por qué, mi pequefia y débil Elia, en tu momento mas vulnerable y desamparado, nunca piensas en apoyarte en mi.