¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1318

Capitulo 1318

En la Villa Serenidad, Asier caminaba con paso firme hacia fuera del gran sal6n de la mansion, vestid con una camisa negra y pantalones de vestir, exudando una presencia helada que advertia a los dem. mantenerse alejados. Sus ojos frios destellaban una amenaza velada.

Bruno lo seguia de cerca, actualizandolo con las tltimas noticias con una voz apurada: “Sefior Griera, Gabriel ha sido detenido por estafa y lavado de dinero, ahora mismo lo tienen en la comisaria.”

Desde que Asier habia regresado del lugar de la sesién de fotos, habia tomado medidas enérgicas. contra Gabriel. Anteriormente, no tenfa cémo actuar contra él, pues aunque engafaba a las mujeres, sus acciones solo cafan en faltas morales, nada de eso era penado por la ley. Pero ahora las cosas eran distintas. Asier habia reunido suficientes pruebas de los delitos financieros de Gabriel para mandarlo a la carcel.

Con una frialdad que lo envolvia, Asier se acomodé en el asiento del coche.

Bruno, con nerviosismo, tomo el volante y mientras encendia el motor, le informaba: “La policia nece

mas evidencia.”

La voz grave de Asier resoné: “investiga el origen de todo el dinero que usé para invertir en la bolsa d valores. En cuanto a la estafa, consigue un testigo.”

"Si, Sr. Griera. Haré todo lo que esté en mis manos, Bruno asinti6, aceptando la orden.

El Rolls-Royce de Asier estaba saliendo de la Villa Serenidad y justo cuando estaba carretera, una mujer de mediana edad se lanz6 frente al coche, bloqueando su paso.

por tomar la

Bruno frend en seco al ver a la mujer. El coche se detuvo bruscamente, y Asier, por inercia, se balanc un momento antes de estabilizarse con su habitual control.g2

Bruno estaba espantado por el susto. Si no hubiera frenado a tiempo, habria atropellado a la mujer.. mirar con atencién, se dio cuenta de que era Rosalinda, jla madre de Elia!

;Coémo habia llegado Rosalinda hasta alli? ;Habrfa ocurrido algo con los nifos?

Mientras Bruno intentaba entender la situacién, Rosalinda, con una expresion de urgencia, se acerc apoyando las manos en la ventana del coche, suplicé: “Asier, necesito hablar contigo unos minutos, ;puedes darme ese tiempo?”

A pesar de su ansiedad, Rosalinda era cautelosa frente a Asier, era consciente de que no debia desa su autoridad

Bruno, preocupado por una posible reaccién de Asier y viendo que Rosalinda queria hablar con él, le indic6 con la mirada que Asier estaba de mal humor y que era mejor no molestarlo a menos que fue algo importante.

Pero Rosalinda estaba desesperada y aunque not el gesto de advertencia de Bruno, no se ech atr continud: “Asier, te prometo que solo tomaré unos minutos de tu tiempo..

Bruno se tenso, temiendo que la intimidante presencia de Asier afectara a Rosalinda

“iSube!” De repente, de los labios apretados de Asier sali6 una orden.

Una frase corta, fria y serena, en la que no se percibia enojo.

Bruno, sorprendido y atin preocupado por Rosalinda, obedecié de inmediato y desbloqueo las puert

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Rosalinda, también sorprendida por la invitacion, escuché el sonido de las puertas desbloqueéndose. ;Acaso Asier acababa de decirle que se subiera?

Asier estaba sentado en el asiento del copiloto, y Rosalinda, algo resignada, abri6 la puerta trasera y se

sent6

Tan pronto o

como se acomodo en el asiento, sinti6 el peso de una atmdsfera poderosa que llenaba el interior del vehiculo, bajando la presién del aire y haciendola sentir ain més pequena y temblorosa.