¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1278

Capitulo 1278

Elia se sent6 al lado de Asier, frente a su madre, Rosalinda, y Asier frente a Ramiro.

Elia observaba a su madre. Rosalinda eché un vistazo en su direccion, pero la presencia de Asier era tan imponente que, incluso al mirar a Elia, su mirada se desviaba inconscientemente hacia él.

Solo con el rabillo del ojo, Rosalinda sentia un escalofrio y rapidamente desviaba la vista.

Se puso a observar el lago y otros paisajes cercanos. Las ramas de los sauces caian sobre las barcas amarradas en la orilla, como si pusieran pelucas en cabezas calvas de mufiecos, resultando hermoso y un poco comico a la vez.

Rosalinda estaba absorta en la vista de una barca de pescadores cercana, cuando de repente un pez salt fuera del agua, y con una precision asombrosa, aterrizé en la misma barca que ella estaba mirando.

El pescador, que habia estado tomando una siesta en su barca esperando el momento de recoger las redes, sinti¢ el impacto del pez en su cara, lo que lo desperté de golpe. Al levantarse y ver un gran pez saltando en su embarcacion, no pudo més que alegrarse.

Riendo, exclamé: “Dormido y aun asf recibi una entrega especial, qué suerte!”

Dicho esto, agarré al pez y lo metié en su cubo.

Rosalinda, que habia estado observando con atencién, solt6 una carcajada al ver al pez saltar por si mismo a la barca y escuchar al pescador. Hacia tiempo que no veia una escena tan llena de vida; le alegraba el corazén.g2

Elia, que habia estado pendiente de su madre, vio su sonrisa sincera y también se sinti6 aliviada. que se

Habfa llevado a Rosalinda de viaje para que se distrajera, preocupada por la posibilidad de que deprimiera si seguia encerrada en la Capital. Después de un intento de suicidio, Elia no podia permitir que volviera a ocurrir.

Mientras Elia sonrefa, sinti6 como una mano grande la rodeaba y la atrafa hacia un pecho amplio y firme.

El sutil aroma a sandalo del hombre la envolvié, sorprendiéndola.

El corazon de Elia latié con fuerza, su respiracion se entrecorté con el perfume que le era tan familiar.

Durante muchas noches, habia sido ese mismo pecho el que la habia abrazado, esa misma fragancia masculina la que la habia rodeado mientras se quedaba dormi

Ahora, al aire libre, ese aroma tan conocido e intimo la envolvia, haciéndola recordar las noches compartidas en su abrazo.

Elia no to rechazd, porque era solo un abrazo sin excesos. Si lo apartaba bruscamente, seria como admitir que estaba pensando demasiado

Asi que Elia aceptd el abrazo de Asier sin protestar, y al levantar la vista, sus ojos se encontraron con la mirada melancélica de Ramiro.

Su mirada, antes sonriente, ahora parecia velada por una sombra, haciendo que el corazén de Elia se

estremeciera.

Justo cuando iba a decir algo, Ramiro desvié su mirada hacia el lago, al igual que Rosalinda.

15.08

Capitulo 1278

La brisa fresca que rozaba la cara era agradable, pero a Ramiro le parecia fra, como el estado de su corazén en ese

O momento.

Un corazén apasionado, como si estuviera cubierto de hielo, sentia un frio incémodo. Probablemente, Sergio habia sentido algo similar al ver a Elia con Asier.

No, seguramente fue peor, una sensacion de agonia, pues el amor de Sergio por Elia era mas profundo, hasta los huesos.

Ramiro parecia disfrutar del paisaje, pero en realidad no vefa nada. Su corazén era como el agua bajo el bote: frio, y aunque las olas lo agitaban, no podia calentarse.

Habfa un peso sobre él, una pesadez insufrible.

Elia solo miré a Ramiro por un momento antes de que él apartara la vista. Bajo las pestafias, ocultando la pesadez en sus ojos.

15.03