¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1263

Capitulo 1263

"Voy a ir al bafio otra vez,” dijo Rosalinda, quien ya habia ido antes y ahora sentfa otra vez un dolor en el estbmago.

Cuando Rosalinda se fue, sélo quedaron Elia y Ramiro en la habitacién. El ambiente incomodo. que habian experimentado antes en el restaurante se intensificaba, una tension invisible flotaba en el aire

"Oye, jquieres agua? Voy a servirte un poco...", Elia se levantd y se dirigia hacia la jarra de agua sobre la mesita de noche. Pasando al lado de Ramiro, él de repente tomé su mano con fuerza.

Elia se sobresalt6 y lo mir6 con los ojos bien abiertos. Los ojos calidos y tiernos de Ramiro se encontraron con los suyos, su expresion se torn seria y llena de afecto..

“No estoy casado, ti tampoco estas casada, para mf eso es suficiente. Todo lo demas se puede superar”, Ramiro sabia de qué se preocupaba ella. A él le gustaba ella como persona, con respecto a sus hijos y los problemas que la rodeaban, él estaba dispuesto a ignorarlos.

Finalmente comprendié lo que Sergio habia sentido en el pasado.

No es de extrafiar que a Sergio no le importara con quién habia estado ella o si tenfa hijos, solo queria estar con ella para siempre.

El amor realmente puede hacer que uno ignore todo lo demas.

Elia sentia su mufieca presa en el agarre de Ramiro, y su corazén tembl6 al escuchar sus palabras, quedéandose atin mas conmocionada.g2

Justo cuando estaba a punto de retirar su mano, la puerta de la habitacion se abrié de golpe, una presion fria se esparcia por el aire, penetrando la habitacién como un frio glacial que helaba la piel. Elia se volte6 hacia la puerta y vio una silueta oscura, con una frialdad glacial y un aire intimidante, entrando.

Su rost

rostro apuesto era misterioso bajo la sombra, con sus largas piernas avanzando hacia dentro.

Al ver a la persona que entraba, el corazon de Elia latia descontroladamente.

iAsier, era Asier!

;Coémo habia llegado ahi?

El cuerpo de Ella se entumecia por la sorpresa.

En medio de su asombro, Asier se acercé répidamente y tomé su mufieca, arrancandola de las manos de Ramiro y jaldndola hacia él.

Con una mirada gélida hacia Ramiro, dijo: “Si no quieres perder esa tercera pierna, mas te vale retroceder!”

Ramiro lo enfrenté con una mirada desafiante, sin temor al frio, y dijo: “Asier, ;viniste a Frondosas por trabajo?”

Elia también miraba con curiosidad el perfil de Asier. Ella habia venido a Frondosas de vacaciones, pero jcudl era su motivo para estar aqui?

El agarre de Asier se hizo mas fuerte, Elia sinti6 dolor y fruncié el cefio, intentando liberar su mano sin

éxito.

Mirandolo, vio su rostro atractivo y sombrio, como si Ramiro hubiera dicho algo imperdonable. 1/2

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Incluso en la profundidad de sus ojos se notaba la ira contenida.

"Si te gustan los peces muertos, puedo convertirte en una,” dijo Asier con una voz fria como el hielo.

Elia se sorprendio: “;El que pidio el plato del pescado era é1?”

Ramiro sonrié con ironia: “Estamos en una sociedad con leyes, no puedes hacer lo que td quieras. Has venido desde tan lejos, ;qué es lo que realmente te preocupa?”

“Ramiro, si estas cansado de vivir, tengo formas para despedirte. iY mas vale que te alejes de mi mujer!”, advirtié Asier antes de arrastrar a Elia hacia fuera.

El agarre de Asier le dolia y ella podia sentir la ira emanando de él mientras lo segufa con pasos vacilantes.

Al salir de la habitacion, Elia forcejed y dijo: “Asier, sueltame, jme vas a romper la mufieca!” ;Acaso no se daba cuenta de su propia fuerza?

Asier la solt6 y se par6 frente a ella, su gran sombra la cubria por completo: “;Es él tu nuevo objetivo? ;Viénes a tener una cita?”

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