¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1246

Capitulo 1246

Daniel acababa de entender que Jimena estaba buscando excusas para que se fuera pronto, pero él hizo como que no entendia y se quedd con la intencién de desayunar, solo para hablar con los padres de Jimena sobre su matrimonio con ella

Aunque Daniel parecia un joven serio, tranquilo y dulce, en realidad también le gustaba lo animado Pare él eso es tener personalidad y vida.

Las chicas demasiado timidas y calladas no le atraian, su propia personalidad era bastante tranquila, su vida laboral era monétona y aburrida.

Si su otra mitad fuera igual de tranquila que él, seria una vida completamente insipida.

En cambio, una chica con un carécter alegre y desenfadado como Jimena, le resultaba mucho més atractiva.

Aquel dia, cuando conocié a Jimena en una cita a ciegas, ella dijo que le gustaba ir a bares a tomar tragos y disfrutar de las compras. Daniel se qued6 parado unos segundos, no por miedo, sino por atraccion:

Penso que serfa otra cita indtil, pero en cambio encontré a una chica interesante y genuina, sin pretensiones ni falsas apariencias.

-Ese mismo dia en el parque, Jimena no oculté nada y le contd que la noche anterior habia bebido de

mas en un bar y terminé descansando en un hotel cercano.

Su franqueza y falta de reserva sorprendié a Daniel y lo interes atin més.g2

El estaba preparado para que ella pusiera cualquier excusa, como harian otras chicas para mantener su imagen y dignidad, inventando mentiras para salir de un apuro.

Pero ella no lo hizo, fue honesta y directa.

Esa sinceridad le hizo admirarla atin mas.

Porque cuando Daniel le pregunté por qué estaba en el parque, ya tenfa una sospecha en su mente; el olor a alcohol en ella y la cercania de un bar lo decian todo.

La respuesta de Jimena confirmé su sospecha. Lo que sorprendié a Daniel fue que ella no se invent una excusa infantil, sino que le conté la verdad con naturalidad.

“Esta bien, que bien que te gusta, vamos a comer, olvidemos de ella por mientras.”

Cuando Jacinta y Martin escucharon que a Daniel le gustaban chicas del tipo de Jimena, intercambiaron miradas rapidamente. No podian esconder la alegria y el entusiasmo en sus ojos. Por fin alguien apreciaba el carécter vivaz y despreocupado de su hija.

Los dos mayores estaban encantados.

Jacinta, con entusiasmo y alegrfa, invit6 a Daniel a sentarse a la mesa.

Daniel estaba calmado y elegante, incluso no se enojo cuando Jimena le ofendié, sino que se senté pacificamente con sus padres a desayunar.

Esto complaci6 alin més a los padres de Jimena.

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Orson regres a la casa de la familia Salcedo, se dio un bafio y cuando bajaba para desayunar, su madre Marisa salié furlosa del estudio después de recibir una llamada, y le retorcié la oreja.

"¢Asi que te acostaste con Priscila anoche, eh?” Marisa no lo hizo con rodeos ni suavizo sus palabras, le pregunté a Orson directamente.

Los sirvientes, al oir el tema delicado, bajaron la cabeza y se alejaron de la mesa para ocuparse de otras cosas, para no ser alcanzados por la ira de Marisa.

"jAy, ay, ay, mam4, suelta!” Orson grit de dolor, levantando las manos en sefial de rendicion.

"iA, asi que sabes lo que es el dolor! Cuando te acuestas con la hija de otro, ;no piensas en el dolor que causas?” Marisa segufa retorciendo la oreja de Orson con una mano en la cintura. “Priscila disfrutd, no era la primera vez para ella, ;cémo iba a dolerle?” dijo Orson con despreocupacion.