¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia -
Capítulo 1166
Capitulo 1166
Elia bajo la mirada, preguntandose por qué Asier le preguntaba si ella no tenia voz en el asunto. Elia respondié con voz vacilante. “No sé, tu decide
Las manos asperas de Acier sujetaron suavemente su barbilla, elevando su rostro para acercarlo al suyo, sus narices casi se tocaban — mientras el allento célido y poderoso de Asier soplaba entre ellos.
"Si tu decides, ;como lo harfas, eh?” Dijo Asier, Su vou grave y seductora vibraba con peligro.
"Eso es cosa tuya.” Elia intentaba controlar su respiracién agitada bajo la intimidante cercania de Asier.
Al ver sus pestafias tempia nerviosamente, Asier solt6 una risa baja, su aliento chocé contra la mejilla de Elia, haciéndola estremecer
alin mas
Antes de que pudiera calmarse, el perfil firme de la nariz de Asier rozé la suya, mezclando sus alientos, mientras él sostenia delicadamente la nuca de Elia en un gesto intimo y cercano.
"¢No quieres castigar a Marina, verdad?” Su voz profunda retumbaba en el oido de Elia, haciendo vibrar su timpano.
Elia, perturbada por sus sutiles movimientos, tenia el corazén desbocado y la respiracion entrecortada. Sus pestarias comenzaron a parpadear rapidamente y dijo con una voz claramente ansiosa: “No es eso... “g2
Asier estaba complacido con su reaccién, besé suavemente sus labios y murmuré con voz ronca: “Descansa tranquila, no pienses demasiado.”
El resto, lo manejaria él
iMarina debia ser castigada!
Cuando recibi6 la llamada del jefe de seguridad, informando que Marina habfa esperado a Elia en la estacion del autobus esa manana, habia seguido a Elia todo el dia y al final la habia acorralado en el cementerio de Sergio.
Marina habia atado a Elia a la lapida de Sergio, le habia rociado gasolina con la intencién de prenderle fuego, queriendo que Elia acompanara a Sergio en la muerte.
La ira de Asier se encendi6 al instante, llenando su pecho.
iMarina tendria que pagar por sus actos!
Asier cubrfa la piel de Elia con besos, desde sus labios rojos hasta sus mejillas frias y luego hasta la delicada piel detras de sus orejas.
La mimaba con ternura, con el carifio y el miedo de perder nuevamente un tesoro.
Elia, conmovida por sus besos ligeros, sentia su corazon palpitar y su aliento acelerarse. El calor del aliento de Asier se esparcia por su piel y ella, sin poder evitarlo, se encogia y, por instinto, abrazaba su espalda.
El abrazo entre los dos, cercano y calido, era como el de dos amantes apasionados que se reencuentran después de una largal separacion...
Elia también se dejaba llevar por el subito afecto de Asier, perdiéndose en el..
“Toc loc”, de repente, alguien tocé la puerta de la habitacién.
Elia se sobresalté como un cervatillo, répidamente empujé a Asier, se alejo de él y se apoyo en la cabecera de la cama. Estaba avergonzada y timida, mirando hacia la ventana.
Al sentir que el calido cuerpo en sus brazos se retiraba, el calor de Asier se disip6 en un instante y su expresion se ensombrecié. Su mirada penetrante se dirigié hacia la puerta. El guardaespaldas habfa llegado con el almuerzo, y Asier con voz profunda dijo: “Entra!”
El guardaespaldas entré avergonzado, sosteniendo la comida y colocandola sobre la mesa antes de salir répidamente.
Se reprochaba su falta de tacto por no haber observado la situacién dentro de la habitacion y por haber interrumpido al Sr. Griera en un momento intimo. Era culpable.
El guardaespaldas se fue tan pronto como dejé la comida, primero, para no ser un estorbo y, segundo, por el miedo a ser castigado por demorarse ante el Sr. Griera.
Capitulo 1167
Capitulo 1167
If you find any errors (non-standard content, ads redirect, broken links, etc..), Please let us know so we can fix it as soon as possible.
Report