¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1151

Capitulo 1151

"De verdad estoy bien, abuelita.” Jimena se esforzaba por quedarse en el cuarto de huéspedes, pero como su ropa estaba empapada, la habia lavado y la colgé en el balcon del bafo para ponersela en cuanto se secara.

Lo Unico que querfa era regresar a casa, pero no podia hacerlo sin ropa. No iba a salir en bata de bafio.

"Hija mia, no te preocupes, quédate en la habitacién de Orson. Los preparé a ambos una sopa fria para el calor, tdmense eso y vayan a dormir temprano. Hace rato el aire acondicionado del salén estaba muy fuerte, les habra dado calor, espero que no les haya dado golpe de calor.” Dijo Abuela Salcedo con una sonrisa llena de ternura.

Ella sostenfa dos tazones de sopa, le extendié uno a Jimena y dijo: “Toma, hija, para que te refresques.”

Jimena no podia rechazar la gentileza de abuela Salcedo, quien se habfa tomado la molestia de traerla personalmente. Habrfa sido una falta de respeto.

Ademas, a pesar de haberse dado un bafio con agua tibia, todavia sentia calor, probablemente por la alta temperatura del aire acondicionado que le habfa calentado el cuerpo. Un bafio tibio no habfa sido suficiente.

Beber esa sopa fria tal vez la ayudaria a sentirse mejor.

-“Gracias, abuelita.” Jimena tomo el tazén de las manos de la abuela Salcedo y se bebi6 toda la sopa.

Abuela Salcedo la observo como se bebfa la sopa hasta que la termind y su sonrisa se profundizé. Tomo el tazén vacio y le entregé el otro: “Este es para Orson, llévaselo, él también debe estar sofocado."g2

Jimena realmente queria irse y no lidiar con Orson Salcedo otra vez, pero con el comentario de la abuela. Salcedo, rechazarlo habria hecho que la abuela sospechara que su relacién con Orson no era genuina.

Jimena estaba entre la espada y la pared. En un breve debate interno, se preguntaba si debia insistir en salir de la habitacién o seguir el consejo de abuela Salcedo y volver.

Al final, tomo el tazén con una sonrisa y dijo: “Esta bien, se lo llevare.”

"Perfecto, deberfas irte a dormir ya, yo les cierro la puerta.” Abuela Salcedo, con una sonrisa radiante, vio a Jimena regresar a la habitacién y cerré la puerta con cuidado detrés de ella.

Jimena sentfa que se habia metido en la boca del lobo, pero ya era demasiado tarde para retirarse. Tenia que seguir adelante con la farsa junto a Orson.

Volvié al lado de Orson con el tazén de sopa y su sonrisa se esfumd, dijo con tono molesto: “Toma, es un detalle de tu abuela, te aconsejo que lo bebas ahora.”

Extendié su mano hacia él.

Orson mir6 el tazon que ella sostenia y funcié el cefio: “;Qué es esto?”

"Es sopa para el calor, yo ya me tomé una y se siente fresco en el estémago, es bastante aliviador.” Después de beber la sopa, en efecto se sentia mas fresca, al menos no tan acalorada.

Orson todavia sentia el calor recorriendo su cuerpo y luchaba por mantenerlo bajo control con su voluntad, temfa no ser capaz de contenerse.

Al escuchar que era una sopa para el calor, la tomd sin pensarlo, se la bebi6é de un trago y dejé el tazén

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en la mesita de noche.

“¢No hablas dicho que te irias a otro cuarto? ;Por qué volviste?” pregunté Orson. Ya no podia seguir ent la misma habitacion con ella, cada vez que la vela tan mojada y descompuesta, deseaba besarla apasionadamente y poseerla.

“Tu abuela no me dejo salir. Si insistia en irme a otra habitacién, seguro sospecharia de nuestra relacion.” Explicé Jimena.