¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1140

Capitulo 1140

Jimena estaba a punto de asentir, cuando Orson la resguardé detrés de él y, con palabras firmes, le dijo a Marisa: “Estoy enojado con ella, por eso me vine solo a este bar, ella vino a buscarme solo para ver

qué estaba haciendo. Ya te lo habia dicho, que si estaba con esa chica del bar era solo para molestarla.”

Al escuchar las palabras de Orson, Jimena se descolocé y miré su perfil con incredulidad. Sus rasgos eran marcados y elegantes, con una suavidad femenina y, al mismo tiempo, irradiaban una belleza varonil.

Esa maldita belleza encantadora la tenia cada vez mas cautivada.

Lo que él deca hacia que su corazén latiera mas fuerte. Asi que delante de su madre habia creado la imagen de que ellos eran una pareja de enamorados que estaban pasando por una pelea Marisa, con una mirada de duda, pasé su vista sobre Orson y la posé sobre Jimena, que estaba protegida detras de él, y preguntd: “;Y ti que sientes al verlo abrazando a otra mujer solo para hacer un espectaculo?”

Jimena se qued¢é paralizada por un momento, sabiendo que esa pregunta iba dirigida a ella. Se adelant6 desde detras de Orson, con sus grandes ojos redondos bien abiertos, y le pregunté: "Sefiora, jpuedo decir la verdad?”

“Por supuesto que si, a estas alturas, mentir ya no tiene sentido”, dijo Marisa.

Jimena respiré hondo y, con toda franqueza, le dijo: “Tengo ganas de castrarlo, a ver si después sigue tocando a otras mujeres!”

Orson giré la cabeza hacia Jimena y le susurré en voz baja pero con fuerza, claramente insatisfecho con sus palabras: “Jimenal“g2

Marisa también se qued6 pasmada, sus hermosos ojos como gema se fijaron en Jimena, como si hubiera escuchado algo sumamente sorprendente

Jimena se dio cuenta de que habia dicho algo incorrecto ante la reaccién tan intensa de ambos y se apresurd a decir: “Solo estaba enojada, no pensaba hacerlo de verdad, yo no soy..."

“iJajaja! Eres muy parecida a mf cuando era joven”, interrumpié Marisa con una carcajada.

Jimena se quedd sin palabras, mientras Marisa cambiaba de tema: “Volvamos a casa, tu abuelo te esta esperando alla.”

Marisa se adelanté para subirse al coche y una vez alli, Orson le dijo: “Tu ve primero mam, yo llevo mi coche y la llevaré en un momento.”

"Esta bien, pero aplrate”, le respondié Marisa antes de indicarle al conductor que se marcharan. Una vez que el coche de Marisa se alejé, Orson mir6 a Jimena, que también lo estaba mirando. Sus miradas se cruzaron por un instante, y de pronto sintié que su mano ain estaba envuelta en la calidez de la suya, como si hubiera sido rozada por una llama, lo que hizo que su corazén temblara. Répidamente retiré su mano de la de él.

Orson también se percaté de que alin sostenia su mano y, al soltarla, sinti6 el vacio en su palma, cerrandola un par de veces.

Al soltar su mano, él comenté: “Eres bastante cruel, ;asf que incluso pensaste en castrarme?”

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Capitulo 1140

“Tua ve y preguntales a las mujeres a las que has herido, ;cual de ellas no querria castrarte?” replicd Jimena con un bufido.

“Suena como si ti también formaras parte de ese grupo, aunque no parece que hayamos tenido mucho que ver”, dijo Orson con una ceja arqueada.

Jimena dijo: “Entonces ve a casa tu solo, jyo no quiera ir contigo!”

Dicho eso, se dispuso a marcharse, pero Orson la agarré de la mano y le dijo: “Estaba bromeando, ;por qué te enojas tanto? ;No quieres ver a Timothée?”

"Hmpf!” Jimena le lanz6 una mirada fulminante y se solt6 de su agarre, caminando con paso firme hacia adelante

"iOye, mi coche esta por aqui, te equivocaste de direccién!” Orson le grit a su silueta.

Jimena cambié de rumbo, Orson sac las llaves y desbloqued el coche, y cuando las luces del vehiculo se encendieron, ella supo que era el coche de Orson y se adelant6 para abrir la puerta y subirse.

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