¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1135

Capitulo 1135

Elia no pudo evitar mirar a Jimena con un corazon lleno de pesar y resignacion y dijo: “Si te importal tanto, ;por qué fingir que no te importa en absoluto?”

“iDe qué sirve que me importe? Solo le daria mas razones para herirme”, dijo Jimena con una mueca de dolor, observando como la silueta de Orson se alejaba cada vez mas, murmurando para si misma.

Elia escuché sus palabras y comprendio lo que significaban. Preocuparte por un hombre que no te ama solo te hard caer mas profundo y le permitira lastimarte, intencionalmente o no.

Y no habfa nada que podias hacer al respecto, lo Ginico que podias hacer era proteger tu propio corazén. Asi era Jimena, y Elia era bastante parecida a ella.

Elia no intenté convencerla de dejar de beber, en lugar de eso, llam¢ al cantinero y pidi6 otro coctel y un jugo de frutas.

“Yo brindaré con agua en lugar de licor, por ti", dijo Elia, levantando su vaso de jugo.

Jimena sonri con amargura, levanté su vaso y brindé: “Salud, a la vida que me besa con dolor, y yo le respondo con una cancién. Vaya par de amigas desafortunadas que somos.”

Elia dibujo una leve sonrisa en sus labios y bebid el jugo, mientras Jimena se bebia todo el licor de un trago.g2

Mientras disfrutaban de sus bebidas, Jimena de repente se qued6 como si hubiera visto un fantasma y pic el brazo de Elia, sefialando hacia adelante y diciendo: “Mira, ya mostré su verdadera cara.”

Elia sigui¢ la direccion de su dedo y vio a Orson abrazando a una mujer vestida de forma provocativa y sensual. El tenia un brazo alrededor de la cintura de la mujer y con la otra mano acariciaba su bala, una sonrisa picara adornaba su rostro mientras coqueteaba con ella.

La mujer, moviendo sus caderas con gracia, respondia con una sonrisa coqueta a las insinuaci Orson, y se miraban el uno al otro con ojos llenos de deseo.

Al ver eso, Elia rapidamente trat6 de cubrir los ojos de Jimena, quien dijo riendo: “Elia, ;esto es co taparse los ofdos para no escuchar la verdad? Ya soy una persona adulta, si me cubres los ojos, n sabré lo que est4 pasando.”

No necesitaba ver para saber que planeaba hacer Orson con esa mujer; podia imaginarlo sin necesid

de verlo.

Elia, al escuchar las palabras de Jimena, silenciosamente bajé la mano que cubrfa sus ojos, sintiéndose triste e impotente. Si ella misma no podia cambiar su propia situacién, ;cémo iba a poder ayudar a Jimena a cambiar algo?

Jimena, a sabiendas de que la escena ante sus ojos era dolorosa, seguia mirando fijamente, riéndose con sarcasmo en su interior. Ese era el hombre que habfa elegido, vaya pésimo gusto tenia. Mientras se despreciaba a si misma, de repente aparecié una dama de mediana edad, elegantemente vestida con un atuendo de moda y lujoso, adornada con joyas, era una mujer claramente de alta sociedad. Tras mirar alrededor, su mirada se fij6 en Orson abrazando a la hermosa mujer. Avanzé hacia él con paso firme y actitud dominante.

Orson, quien estaba a punto de salir con la mujer, vio a la dama de sociedad acercarse y se puso nervioso. Rapidamente solt6 a la mujer e intenté huir.

1/2

1821

Capitulo 1135

Pero fue demasiado tarde. La dama de sociedad se le acercé rapidamente, cogié a Orson por la oreja, la levanté con fuerza y dijo: “4Cuéntos dias hace que no vuelves a casa, eh? ;Crees que podras evitar un matrimonio arreglado escondiéndote? Te digo que tienes que casarte con Priscila Guzman. iTodas esas mujeres con las que andas, se acabd! Si no las dejas, cortaré tu flujo de dinero!”

La dama de sociedad era fuerte y decidida.

“Mam4, sueltame, me duele, ;no ves que estamos en publico?”, se quejaba Orson, cuya oreja estaba a punto de ser arrancada, pidiendo clemencia, mientras lanzaba una mirada furtiva hacia Jimena Justo cuando sus miradas se encontraron, Jimena no pudo contener una carcajada al ver a Orson siendo retorcido por la oreja y rogando piedad.