¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia -
Capítulo 1077
Capitulo 1077
Rosalinda observé la sonrisa en el rostro de Elia y con un suspiro, se sec una lagrima del rabillo del ojo y dijo: “Ay, hija mia, qué bendecido es tu vientre, pero tanta bendicién a veces no es buena, al final la que sufre eres td.”
Los ojos de Rosalinda se llenaron de compasién; no habia nada como el amor de una madre por su hija en ese mundo.
Mientras que otros celebrarfan con alegrfa la llegada de un nuevo miembro a la familia, solo una madre podia sentir el dolor de su hija y el sufrimiento que podria enfrent
Elia, embarazada antes de casarse, ya habia dado a luz a cuatro hijos sin recibir ningin reconocimiento formal, y en ese momento estaba embarazada de nuevo. jAcaso Asier se casaria con ella por el bien de su propio hijo?
Rosalinda esperaba que Elia obtuviera un lugar seguro en la vida, y no ser alguien que podrian dejar a un lado de un momento a otro.
Elia sabia que su madre sentfa compasion por ella; tomo la mano de Rosalinda y la apreté con una fuerza reconfortante. Le dijo a su madre con dulzura: “Mam4, no pensemos en otras cosas, solo pidamos que el bebé nazca sano y salvo. Pase lo que pase, él es mi pequefio tesoro. Como madre, todo lo que puedo hacer es amarlo con todas mis fuerzas. Todo lo demas no importa, él es inocente...
Elia era consciente de la preocupacién de Rosalinda de que podria seguir sin reconocimiento formal, incluso con un hijo en camino. También sabia que su madre temfa los riesgos del parto.
En ese momento, se sentia consolada y feliz, sabiendo que también era una hija amada y cuidada por su madre.
Daba a gracias por haber regresado a casa a tiempo aquel dia para salvar a Rosalinda; de lo contrario, ya no tendrfa a su madre.g2
Rosalinda sabia que Elia adoraba a los nifios, y que no importaba lo que dijera, ella estaba decidida a tener al bebé.
Con
n una mirada reprobatoria, Rosalinda la regafié: “Atn no ha nacido y ya lo estés protegiendo. iCuando nazca, quién sabe como lo malcriaras!”
“No, Rosalinda, mira a los nifios, no estan malcriados. Son unos angelitos, tan dulces y comprensivos”, intervino Jimena, apartando su mano de la barriga de Elia y poniéndose de pie.
"Es cierto, son muy comprensivos, porque yo los crie.” Rosalinda dijo con orgullo.
De repente, como recordando algo importante, Rosalinda se puso seria y le dijo a Elia: “Ahora estas esperando otro hijo de Asier. Tienes que pensar en el tu futuro y en el de tus hijos. Piensa en una manera de casarte con Asier, serfa lo mejor para ti y para los nifios.”
Era un tema recurrente. Rosalinda siempre pensaba en que Elia se casara, especialmente con Asier, pues él era el padre de los nifios. Si Elia se casaba con él, les darfa un hogar completo a sus hijos. Ademas, Asier tenia una fortuna, y si Elia se casaba con él, no tendria que trabajar tan duro ni sufrir tanto en la vida.
Capitulo 1077
Casarse con él parecia una fantasia, incluso llevarse bien con él ya era un lujo.
Como la mejor amiga de Elia, Jimena notd la indecision en su mirada y sabia que estaba en una situacion dificil, asi que rapidamente traté de suavizar las cosas.
“Elia no esta bien de salud, esta en reposo por el embarazo. Cuando se sienta mas estable y tenga energfa, seguramente pensar en su futuro. ;Verdad, Elia?”
Elia volvié en si, dandose cuenta de que Jimena estaba tratando de calmar a Rosalinda. La sonrisa volvié a su rostro y dijo: “Claro, mamé, no te preocupes. Cuando nazca el bebé, te lo voy a dejar a ti para que lo cuides. Nadie sabe criar nifios tan tiernos y comprensivos como ti.”
Rosalinda se rio, empujo al frente de Elia con su dedo indice y dijo: “Ay, mi nifia traviesa, siempre sabes como hacerme sonreir.”
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