¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1055

Capitulo 1055

Ella querfa dejarlo, anhelaba vivir libremente, sin ataduras. ;Estaba mal querer eso?

Se habia aliado con Liuva para drogarlo, no tenfa eleccion; Liuva la amenazaba con un video de madre y ella no podia hacer otra cosa.

Tenfa prisa por salir del hotel para encontrar a Abel y borrar el video que Gabriel tenfa bajo su eliminar la amenaza de Gabriel sobre ella.

Solo borrando esa amenaza, podria sentirse verdaderamente libre.

;Por qué, cuando ella ya tenfa tantas dificultades, el simple deseo de vivir sin restricciones parecia ser un tabu para é1? El se volvia loco atormentandola.

Las lagrimas se desbordaban por los ojos de Elia, mordia su labio tratando de contener la desesperacion y el dolor que sentfa en el fondo de su alma.

En su momento mas doloroso, Elia ya no pudo resistir Ay, Asier, me duele el estémago...

Hablaba con dificultad, expresando su malestar.

El rostro de Asier, ardiente de ira, se oscurecié atin mas al escucharla, sus ojos profundos eran despiadados y frios: “Otra vez con tus mentiras!"g2

La ultima vez, en aquel hotel al pie de Monte Plano, cuando Asier quiso llevarla a la sala de monitoreo para revisar las cdmaras, ella mintié diciendo que le dolia el estbmago para evitar ver las grabaciones y asi cubrir a la persona que la habia secuestrado.

Y ahora, estaba repitiendo el mismo truco...

Elia se retorcia de dolor, con gotas de sudor tan grandes como frijoles deslizdndose por su frente, cayendo en la cama y empapando la tela de algodén,

"De verdad me duele el estémago... Elia apretaba las sdbanas, su voz entrecortada por el dolor. Asier no crefa en sus palabras, convencido de que ella solo estaba jugando, y no mostraba piedad alguna.

De repente, oli un aroma metélico.

iUna mancha roja capturo su vista!

Su expresion cambio abruptamente.

Esta vez, ella no estaba mintiendo.

Asier rapidamente recogié su ropa del suelo, se vistié apresuradamente, abrochandose los botones con rapidez.

Busco la ropa de Elia en el armario y se la puso.

La levanté en brazos y con pasos apresurados sali6 hacia la puerta.

Elia se aferraba a la ropa de su hombro, luchando por respirar mientras soportaba el dolor punzante en su estbmago. A través de su vision borrosa, pudo ver las gotas de sudor forméndose en el hermoso. rostro de Asier.

Por un instante, Elia casi pensé que Asier estaba tan tenso y sudoroso por la preocupacion...

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Capitulo 1055

;Estaba preocupado por ella? ;Era eso posible?

No, cémo podria ser... Para él, ella era menos que el barro, jcomo iba a estar preocupado por ella? El sudor en su rostro seguramente era por el esfuerzo,

Asier camind rapidamente hacia el auto, colocé a Elia en el asiento y le ajusté el cinturén de seguridad.

Se sent6 al volante y aceler6 el auto

Pronto llegaron al hospital. Asier entré con Elia en brazos por el pasillo de urgencias y grit: “iDoctor, rapido, necesitamos un doctor!”

El tono urgente de Asier reson en el pasillo.

Los doctores y enfermeras se apresuraron a llegar, indicandole que llevara a Elia al quiréfano, Después de que Elia fue colocada en la mesa de operaciones, a Asier se le pidi6 que esperara afuera.

Cuando la puerta del quiréfano se cerré y las luces de En Cirugia’ se encendieron, la mirada de Asier mostré una preocupacion apenas disimulada, el sudor seguia brotando de su frente, gota tras gota, deslizdndose por su rostro bien definido.

Respiraba con dificultad, esperando ansioso frente a la puerta del quiréfano.

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