¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1036

Capitulo 1036

Asier pis6 a fondo el acelerador, y su auto se lanzé por la carretera a una velocidad que parecia competir con la de un avién, rumbo a la villa “Puerto de Estrellas”.

Elia, conduciendo con cautela, llevaba a los cuatro nifios y a Rosalinda. No se atrevia a ir demasiado rapido y mantenia una velocidad prudente hasta llegar a la villa “Puerto de Estrellas”

Al entrar al patio, la vista que les recibié dejo a Elia sin palabras, era completamente inesperada. “jUau, un avién! jEs un avién de verdad!” Joel abrié la boca, asombrado y sin poder controlar su expresion. Habia jugado con muchos aviones de juguete, pero era la primera vez que veia uno de verdad.

"iDe verdad, es un avion de verdad!" Abel expresé su sorpresa con igual asombro.

Abel era un as de las computadoras, y aunque habia crecido, nunca habia visto un avién de cerca, le parecia tan exdtico como descubrir un nuevo continente.

"Ah, asi que esto es un avion.” Iria, siendo una chica, no mostraba mucho interés por las maquinas como los aviones, su interés era bajo.

"iSerd que papa vino?” Inés planted la pregunta, ellos sabian que su padre era capaz de todo, ;serfa el avién de é17g2

Al escuchar la pregunta de Inés, el corazén de Elia dio un vuelco. Aun sin confirmar si Asier habia llegado, la simple mencién de su nombre la llenaba de panico y temor.

También se dio cuenta de que aquellos que posefan aviones privados eran gente de gran riqueza o prestigio; solo alguien como Asier podia darse ese lujo tan facilmente.

Los nifios vefan un helicoptero privado por primera vez, pero para ella no era novedad. Recordaba cuando Gabriel la secuestr6 en un hotel, y Asier la rescat6 en su helicoptero.

Habfa visto a Asier piloteando su helicoptero con una escolta de guardaespaldas, una presencia imponente que solo él podia tener.

Ella miro nerviosa alrededor del patio, buscando al duefio del helicoptero.

“Estoy aqui en el helicéptero, suban a los nifios, vamos a partir pronto.” La ventana del helicoptero se abrio y

se escucho la voz de un hombre.

Elia mir hacia la fuente de la voz y vio el rostro amable y sereno de Ramiro.

Era Ramiro. El corazon apretado de Elia finalmente se relajé.

Tomando la mano de Iria e Inés, se acerco a la entrada del helicoptero: “Mis amores, mama los llevara lejos esta noche, y después volveremos a vivir como antes, la dulce vida que tenfamos.”

El paso de Iria se detuvo de repente, y sus manitas, que sujetaban las de Elia, también la hicieron detenerse

Se detuvo y bajé la mirada para encontrarse con el rostro confundido de Iria, quien con su voz tierna pregunté. “Mamg, ;no vamos a llevar a papa?”

"Si, ¢por qué no llevamos a papa?” Inés pregunté con la misma curiosidad.

Al escuchar esta pregunta, el corazén de Elia sintié un pinchazo de dolor, lleno de una impotencia que no podia describir.

Se agacho para quedar a la altura de Iria e Inés y les dijo: “Su papa estd muy ocupado, no puede venir con nosotros, y mama solamente puede llevarlos a ustedes.”

“¢Por qué?” preguntoé Inés, sin entender.

Antes de que Ella pudiera responder, [os ojos de Iria se iluminaron y dijo: “Oh, ya sé, papa y mama no estan

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casados, no pueden vivir juntos, asi que tenemos que elegir con quién vivir.”

Muchos de sus compafieritos del jardin de infantes tenfan padres casados y vivian juntos.

Su compafierito Alejandro Fuentes le habia contado que sus papas se querfan mucho y que vivian los tres juntos, muy felices.

"iPor qué no podemos vivir todos juntos?” Inés mir6 a Elia con sus inocentes ojos negros llenos de confusion.

Si papa y mama se casaran, podrfan vivir todos juntos como una familia.

Elia, con un sabor amargo en la boca y a punto de hablar, escuché a Iria decir con una madurez sorprendente para su edad: “Porque papa y mama no estan enamorados. Mama, ;por qué no te gusta papa?”