¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
Capítulo 1006

Capitulo 1006

Asier nunca se habia percatado de la inseguridad que sentia ella, siempre la habia apoyado en sus estudios, sin mostrar el mas minimo desprecio o discriminacién hacia ella,

Elia no lograba descifrar a Asier. A veces, se mostraba tan cruel con ella que parecia no importarle sus sentimientos. otras, se tornaba tierno y comprensivo, como si quisiera pasar el resto de su vida a su lado.

Su naturaleza era impredecible y profunda, un enigma que nadie habia resuelto, mucho menos ella, que se consideraba una persona de rango menor.

Elia sentia un torbellino de emociones mientras evitaba el contacto visual con Asier.

Se dirigi6 a Abel y dijo: “Abelito, vamos en la camioneta de tu papa. Lo del software puede esperar, no hay prisa.” Mientras hablaba, sus ojos se fijaban en Abel con seriedad.

Abel capt la expresion grave en el rostro de su mama. Sabia que su secreto no podia ser revelado a su papa, si mami le pedia ayuda en ese momento, Asier lo descubriria. Mejor esperar a que no estuviera para buscar su

apoyo.

Entendiendo la indirecta de su mama, Abel asintié con madurez: “Si, claro. Después en casa te enseflo en mi habitacion.”

“Esta bien,” dijo Elia, acariciando la cabecita de Abel.g2

Los cuatro niiios subieron a la camioneta y se sentaron en el asiento trasero, mientras Elia ocupaba el asiento del copiloto y Asier tomaba el volante.

El viaje transcurrié en un inusual silencio: los nifios, que normalmente eran ruidosos, estaban extraiamente tranquilos y obedientes en el asiento trasero, sin decir una palabra

Elia miraba fijamente al frente, agarrandose del cinturon de seguridad, sin atreverse a mirar ni de reojo hacia Asier Asier, por su parte, conducia con firmeza, emanando una presencia imponente y distinguida.

Al llegar a Villa Serenidad. Elia bajo del vehiculo y los nifios salieron tras ella. Se apresuré a tomar sus manos y juntos entraron al salon.

Apenas cruzaron la puerta, Abel tir6 de la mano de Elia hacia su habitacién y dijo: “Mam4, vamos a mi cuarto, alli es tranquilo...*

“Cambiate, tenemos que ir a una reunion,” interrumpié Asier con una voz baja e irrefutable.

Elia se detuvo en seco, pensando que habia oido mal, y se gird hacia Asier con una mirada inquisitiva

«;Una reunién?” pregunts Elia, confundida.

Incluso Abel se detuvo, mirando a Asier con sus inocentes ojos de nifio.

“Asi es Sube y ponte algo formal, vamos a ver a un pariente,” indicé Asier.

“Pero papa, yo ya tenia planes con mama Tengo que ensefarle a usar la computadora para su trabajo No puedes robarmela” reclamo Abel.

El rostro infantil de Abel se fruncié con un gesto de disgusto, reflejando una firmeza sorprendente para su edad. Cada vez que hacia esas cosas se parecia mas a Asier

Sin embargo, frente a la madurez y el encanto de Asier, la determinacién de Abel parecia insuficiente

Asier replicé “;Ab, si? ;Y desde cuando tienes que reservar tiempo con ella sin mi permiso? Todo lo que ella haga necesita mi aprobacion (Entiendes?”

“Por qué necesita tu permiso?” las palabras de Abel sonaron desafiantes.

Capitulo 1006

“Porque ella es mi mujer” declaré Asier con autoridad.

Abel replico Mama no tiene duehol

“Estas buscando que te castique?” I

Tu eres el que necesita

ara de Asier se toms fria y autoritaria

castigado Abel no te dejaba amedrantar

Elia, nerviosa, rpidamente apart a Abel y trat6 de calmar lat aquat deberes en casa Yo saidre con tu papa y cuando regresa ma ansatas

“Pero mama papa dice que eres de él, No erpe nuestra mama? Abel mar